Periodistas deliberantes

En el intenso debate sobre la nueva Ley de Comunicación los periodistas han estado parcialmente ausentes. Quienes llevan la batuta de la discusión, las críticas y hasta la oposición a ese proyecto han sido los dueños de medios privados y comunicadores ‘estelares’ de pantalla, radio e impresos. Y en tales pronunciamientos se descubre un hilo conductor: el prejuicio frente a una legislación que toca un centro neurálgico de la vida social: el papel de los medios.

La oposición a dicha ley se ha sustentado en la premisa de que no es necesaria ni conveniente porque vulneraría la libertad de expresión.

El miércoles, la Unión Nacional de Periodistas visitó la Asamblea Nacional y llevó una propuesta para que sea discutida en la Comisión Ocasional de Comunicación. La participación de los periodistas es esencial para enriquecer una ley que pretende normar el ejercicio profesional y sustanciar la libertad de expresión.

Son muy pocos los periodistas ‘rasos’ que de motu propio han elaborado aportes, observaciones o críticas al proyecto o han impulsado una postura constructiva sobre las partes más sensibles del texto. Por eso la propuesta de la UNP, que recoge las ideas de más de doscientos periodistas de todo el país, es una contribución magnífica para debatir más allá de los intereses del poder mediático. Tanto así que subrayaron su compromiso con “los trabajadores de la comunicación” como puntal de las actividades periodísticas.

Cada vez más se nota que la sociedad ecuatoriana está cambiando su relación con las instituciones, con la política y con las controversias generadas a partir del proceso constituyente. El camino es largo y sinuoso porque los mecanismos de participación aún son incipientes.

Pero esta vez los periodistas han dado un ejemplo de trabajo y reflexión en pro de optimizar un debate que toca sus competencias profesionales y de oficio.