Reacciones por "lo de Kosovo"

"Lo de Kosovo" no es otra cosa que la declaración que este jueves efectuó la Corte o Tribunal Internacional de Justicia de las Naciones Unidas, con sede en La Haya, en la que "sentenció" que la declaración unilateral de independencia de la antigua región serbia "no violó ninguna ley aplicable del Derecho Internacional". Diez votos a favor y cuatro en contra resolvieron esta pregunta que se había producido en la Asamblea General de las Naciones Unidas. Precisamente la ONU adoptó en 1999 una resolución en la que instauró un protectorado internacional en la antigua provincia yugoslava poniendo fin a la cruel guerra contra la Serbia de Slobodan Milosevic. Se ha recordado, de inmediato, que el dictamen del tribunal no es vinculante, ni obligará, por consiguiente, a reconocer a Kosovo a los países que se siguen resistiendo a hacerlo: Rusia, China o España, entre ellos. La declaración de La Haya ha respondido únicamente a la cuestión de si tiene o no cabida en la legislación internacional una declaración de independencia como la que hicieron los dirigentes kosovares.

   Naturalmente, la declaración ha satisfecho a los kosovares, y en igual medida, ha incomodado a los serbios, que siguen considerando ilegítima e ilegal la declaración de sus ex compatriotas kosovares.

   En nuestro país, la noticia ha resultado "bastante indiferente" a la mayoría, con excepciones bien notables: los partidos nacionalistas catalanes hacen analogías entre Kosovo y Catalunya. El partido de Artur Mas y Jordi Pujol, Convergencia Democrática de Catalunya (CDC) felicitó al pueblo kosovar, consideró lógica la sentencia de la Corte Internacional de Justicia e instó al Estado español a "reconocer definitivamente al nuevo Estado europeo". Los nacionalistas vieron en la resolución un aval del Tribunal de La Haya al derecho democrático de los pueblos de decidir su futuro, "una cuestión de plena importancia". A pesar de ello, el responsable del área de relaciones internacionales de CDC, Carles Llorens, puntualizó que "las situaciones de Kosovo y Catalunya son completamente distintas ya que parten de contextos diferentes". Subrayó que "muchos ciudadanos se alegren de ver la consecución de este hito", aunque destacó que la fuerza nacionalista confía "en las instituciones democráticas del Estado para poder hablar y debatir sobre estas cuestiones con tranquilidad".

   Por su parte, Esquerra Republicana de Catalunya también vio "muy positiva" la decisión de la CIJ. Su eurodiputado, Oriol Junqueras, se mostró "satisfecho de que la democracia haya vencido" y vio en esta resolución una evidencia de que las fronteras sólo son infrangibles cuando reciben ataques anteriores y no "cuando democráticamente se decida". El grupo de ERC en el Congreso se propone presentar una propuesta no de ley pidiendo el reconocimiento con todos sus efectos de la República de Kosovo. Junqueras concluyó que "cualquier proceso democrático permite analogías con otro proceso" y aventuró que "la ola de libertad también llegará a Catalunya".

   En cuanto al Gobierno español, en una primera valoración improvisada, el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, aseguró que España seguirá sin reconocer la independencia de Kosovo, aunque admitió que "se abre una nueva etapa". "Es el momento de mirar al futuro", señaló Moratinos envuelto en cautelas diplomáticas. El titular de Exteriores abogó por "abrir la perspectiva europea para todos los Balcanes" y se ciñó al contenido del comunicado de la Alta Representante de Política Exterior de la UE, Catherine Ashton, sobre la decisión de la CIJ. Moratinos señaló que esta declaración, que propone facilitar el diálogo entre Prístina y Belgrado "refleja la posición española", al haber "participado en su redacción". El ministro hizo hincapié en que "la única vía posible de la solución de los conflictos es el diálogo", como se puso de manifiesto en la reunión que todos los vecinos de los Balcanes, incluido Prístina, celebraron en Sarajevo el pasado mes de junio en el marco de la presidencia española de la UE.

   De parecida manera, desde el PSOE se plegaron a las palabras del ministro, asumiendo punto por punto su primera declaración en un ejercicio de sintonía del que, esta vez, participa el PP. "La independencia de Kosovo, aunque el Tribunal Internacional de Justicia considere que es legal, es un error grave desde el punto de vista histórico, un disparate desde la perspectiva jurídica y es perfectamente contestable", señaló el portavoz de Exteriores de primer partido de la oposición, Gustavo de Arístegui. Igual que Moratinos, Arístegui aseguró "respetar" la sentencia de La Haya "sin renunciar a nuestro derecho inalienable a criticar esa sentencia que es un gravísimo error". "Espero que los nacionalistas radicales no vean en esto un posible ejemplo para ser emulado. Nada tiene que ver el caso de Kosovo con ninguno de los territorios que conforman España", zanjó. Por fin, algo los une: el riesgo de que España pudiera escindirse.