Llegó la paz al control aéreo

  Tras cinco meses de tensiones, amenazas, negociaciones y utilización de medios para advertir al contrario, controladores y Aena-Fomento han firmado, por fin el acuerdo, que traerá la paz a los cielos españoles. En esencia, ese pacto "garantiza la paz laboral" y permite al organismo público de control de vuelo reducir su déficit por costes de navegación en 200 millones de euros, según explicó el presidente de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena), Juan Lema. El acuerdo, asimismo, "da tranquilidad a los ciudadanos y al sector turístico sabedores de que las vacaciones no se van a ver alteradas". Y se inicia de este modo el segundo convenio colectivo para el sector que, en palabras del propio responsable de Aena, esperan poder cerrar antes de fin de año tras cinco años sin renovarse.

   A su vez, para la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA), el acuerdo "dignifica sus relaciones laborales después de 189 días de excepción". "Nuestra única petición era regularizar la vida familiar y laboral y equipararnos con nuestros colegas europeos" dijo el presidente del sindicato, Camilo Cela, que también ha dejado claro que este acuerdo proporciona  un "clima de optimismo" de cara a la negociación del convenio.

   Se abre así "un periodo de normalidad operacional y entendimiento mutuo", según Lema. Con este acuerdo se pone fin a un conflicto que ha durado más de cinco meses, y en el que incluso se ha llegado a plantear por los controladores la posibilidad de convocar una huelga que causó grave preocupación al sector turístico por sus consecuencias.  Ahora, el pacto deberá ser ratificado por la asamblea de trabajadores en un plazo de siete días. En cuando al ministro de Fomento, José Blanco, que ha sido artífice esencial  del acuerdo,  ha asegurado que ésta  es "una muy buena noticia para todos, especialmente para Aena, los controladores y el sector turístico". "Esperamos que, de ahora en adelante, exista un buen entendimiento entre AENA y USCA que ayude a la futura negociación que fijará unas condiciones laborales estables, en las que el colectivo pueda trabajar sin sobresaltos y pueda desarrollar su trabajo con entera normalidad para bien del servicio y de la seguridad", dijo, a su vez, Cela.

   El  presidente de AENA, Juan Lema, en la presentación del acuerdo, y  Camilo Cela, presidente del sindicato de controladores, USCA, explicaron que para llegar a él han sido necesarias más de veinte horas de negociación desde que ambas partes volvieron a la mesa de diálogo, el pasado miércoles, para desencallar el punto en el que había más distancia: la jornada y el sueldo. Cada controlador se asegura un sueldo medio anual de 200.000 euros. Sin duda, esa garantía de 200.000 euros de media por controlador, ha sido clave en la consecución del acuerdo, pero ni mucho menos despeja la imagen de un sector privilegiado, aunque haya tenido que rebajar sus pretensiones iniciales: 200.000 euros anuales sobre una jornada máxima de 1.670 horas al año, tal y como AENA había puesto sobre la mesa la semana pasada.

   La negociación de los últimos días se ha centrado en buscar fórmulas para reducir la jornada, como exigían los controladores. La empresa pública ha defendido que la rebaja horaria conllevara la disminución del salario. El resultado final ha sido que se han fijado cuatro módulos horarios (de 1.200, 1.300, 1.400 y 1.500 horas) en función de las torres y centros de control aéreos y su carga de trabajo. Queda descartada así una rebaja gradual de la jornada hasta 2013, como pedía USCA. Para el caso de que en un centro haga falta trabajar más horas, ambas partes han acordado la creación de una bolsa voluntaria. Se acaba así con los servicios obligatorios -como reclamaban los controladores- que establecía AENA desde que en febrero se publicó el decreto que aumentó la jornada del colectivo y rebajó indirectamente el sueldo de una media de 335.000 euros al año a 200.000. Si fuera necesario, el organismo público podrá establecer turnos de forma obligatoria, siempre que no haya suficientes voluntarios.

   Según Lema, con este acuerdo AENA podrá rebajar las tasas aéreas un 15% y poner fin a su déficit de 200 millones anuales. Los mayores de 57 años que deben abandonar, por edad, puestos de desarrollo de funciones operativas, realizarán trabajos que no sean de este tipo. En el caso de estos controladores mayores de 57 años, AENA había accedido a que se reincorporaran al servicio. Pero lo harán a tareas "no operativas", explicó Lema. También hubo acuerdo sobre formación, otro de los temas en el que los controladores exigían avances.

   El pacto acaba con la amenaza de huelga que USCA lanzó a comienzos de mes. "No tendría ningún sentido hacerla ahora, y tampoco en septiembre", sentenció el presidente del sindicato, que abre la puerta a seguir negociando el segundo convenio del sector. Eso se ha demorado hasta ahora por el conflicto y es de gran relevancia ante la próxima apertura de la actividad de control aéreo a operadores privados. Desde el sector turístico también hay satisfacción evidente. "Hay que felicitar a ambas partes por un acuerdo que pone fin a la incertidumbre, y que supone, sobre todo, la paz laboral, teniendo en cuenta que el problema estructural del que adolece el sistema de control aéreo en España son sus altas tasas de navegación aérea, las más altas de Europa", apuntaron desde la Asociación Española de Compañías Aéreas.

   Se han reducido de manera importante los costes, se ha logrado la paz social. Pero está por ver que el gremio se haga a la idea de reducir su protagonismo de muchos años...