Con profunda emoción se realizó el Taller Intergeneracional

El taller apunta a promover la relación entre nuestros mayores y las terceras generaciones de españoles aquí presentes, propiciando así no solo el conocimiento de la historia reciente de España en el exterior, sino también aportando una nueva herramienta dentro de la terapia de reminicencia .

Con profunda emoción se vivió una jornada que resultó inolvidable tanto para los estudiantes como para los “abuelos” del Centro Gallego para Ancianos de Doomselar, donde juegos, bailes y anécdotas fueron el nexo para la interacción entre los jóvenes y los mayores.

Bajo la dirección de la licenciada María Dolores Barreto, quien trabaja para Fundación España y está  a cargo del taller, los 24 alumnos de quinto año fueron recibidos con un gran entusiasmo por parte de los “abuelos” quienes aún recordaban el emotivo encuentro del 2010.

Tras la bienvenida, un power point con imágenes de España y Argentina, comparando los tiempos en que tuvieron que dejar su tierra con en los barcos, con la modernidad en la que nos movemos en la actualidad, fue suficiente para “romper el hielo”, y,  tanto los jóvenes como los abuelos fueran entrando en confianza, situación que se demostró al momento de las preguntas, como por ejemplo ¿porque han tenido que emigrar?, ¿como era España en esa época?, ¿De dónde vinieron?  ¿En qué barco viajaron?, ¿Cómo fue su viaje? , entre otras situaciones cotidianas como las comidas, juegos o estudios.
Los diálogos ya daban paso a la emoción y las lágrimas de uno y otro lado generaban un escalofrío en todo el comedor del Hogar.

Para cortar con un momento tan fuerte, se pasó a las recetas. Con la ayuda de las “abuelas” Asunción y María, la licenciada Barreto, con su “frescura” habitual, se puso a amasar pan, preguntando a los mayores como lo elaboraban en otros tiempos. Esta actividad contó con un “panadero” especial, ya que el Consejero de Trabajo Julio Olmos no tuvo ningún inconveniente en arremangarse y ponerse a amasar, una situación que fue muy festejada por los mayores que comentaban risueños que “nunca habían visto un panadero con traje”

Ya finalizado el paso gastronómico, Nelly homenajeó a los chicos con un poema de Rosalía Castro, mientras que Rosa no se quedó atrás cantando a la Virgen de Guadalupe.

 Como última actividad los chicos prepararon una serie de juegos que practicaban los mayores en su niñez, con las “bolitas”, que recordaron que eran de “roble” y las castañas, que antes llamaban “pallana”.

Los mensajes que dejaron como recuerdo fueron muy bien recibidos por los "abuelos" quienes se fueron a comer con la satisfacción de haber pasado un rato muy agradable en sus vidas.

El Consejero de Trabajo e Inmigración Julio Olmos manifestó que vivió una “experiencia muy positiva“, y resaltó que “es la continuación de un trabajo que se viene haciendo desde el año pasado y que forma parte de lo que creo que es juntar cadenas y juntar eslabones”, donde están “por un lado aquellas personas que tenemos atendidas en el Centro de Doomselar y por otro lado los jóvenes de ese magnífico colegio que es el Santiago Apóstol, que se conozcan, que hagan talleres, actividades en conjunto y también que se rían y que tengan comunicación entre ellos”

Para Olmos esta actividad la “deberíamos repetir con más frecuencia y no de tanto en tanto“, ya que “es bueno para los jóvenes y es bueno también para los mayores“, donde explicó que “para los jóvenes porque conocen lo que es la experiencia de la vida y para los mayores porque tienen durante unas horas esa frescura, esa juventud, esa distracción, lo que sería interesante es que entre ellos pudieran establecer lazos y pudiera repetirse en más oportunidades“.

Acompañaron a los alumnos del Santiago Apóstol el Rector de secundaria Juan Rodríguez, junto al director del Departamento de Lengua y Literatura de la institución, el profesor Carlos Brandeiro, quienes al igual que en la primera oportunidad quedaron conmovidos por la interacción entre los estudiantes y los mayores.