Supongo que el Departamento de Estado yanqui continúa elaborando esos informes que luego filtra al ancho mundo
Julian Assange por medio de Wikileaks. De ser así, la embajada estadounidense en Madrid habrá mandado ya un telegrama a Washington: “
Zapatero is over”, o sea, está acabado.
Solo así se explica el cachondeo de
Pérez Rubalcaba el pasado fin se semana, verbalizando un hipotético diálogo futuro con su líder en el que le reprocharía: “En todos estos mítines estuve yo; a ver tú qué tienes”.
A esa sutil postulación para sustituir al secretario general del PSOE se ha sumado en seguida
Carmen Chacón, no fuera a perder comba: ya ha dejado claro que ve a España lista para tener una presidenta catalana.
También
José Bono, poniéndose de perfil, como es su estilo, no ha abandonado la idea de un segundo intento para dirigir al partido.
Como esto siga así, a medida que las encuestas y la aceptación popular sigan dándole la espalda, más socialistas pueden aspirar al relevo del inquilino de La Moncloa, para regocijo de éste, sabedor de que irían derechos al batacazo electoral.
Pero no importa. La debilidad del líder del PSOE no procede sólo de su cansancio político y del revés en los sondeos. El día en que un oscuro
Tomás Gómez le ganó el pulso, negándose a la imposición de
Trinidad Jiménez como cabeza electoral por Madrid, se evidenció que cualquiera podía batir a Rodríguez Zapatero.
De ahí su frustración. De eso y de su convencimiento de que la posible recuperación económica no llegará a tiempo para salvarle. Así que el que venga detrás que arree. O sea, “Zapatero is over”.
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