Rubalcaba, escatológico con Aznar: "Esto le sale de las tripas, que las debe tener un poco atascadas"

Ha sido, sin duda, una ‘semana trágica’ para el vicepresidente Pérez Rubalcaba, a quien muchos aún le sitúan en la cabecera de los galgos que corren para suceder a Zapatero. Y era muy esperada la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros para ver qué respondía el vicepresidente sobre las actas de ETA, la división en el Supremo por la ilegalización de Sortu, las novedades sobre el caso Faisán, las boutades del ex presidente Aznar comparando los casos GAL y Faisán, o, en fin, sobre el Comité Federal que el PSOE celebrará este sábado en Madrid y sobre el que se cruzan apuestas en la clase periodística sobre si Zapatero dirá algo sobre su sucesión o se callará como es costumbre. Y nada de nada, claro. Rubalcaba ha sido más evasivo que nunca, aunque ha brindado un excelente titular al hablar de forma escatológica de las “tripas atascadas” de José María Aznar por sus palabras de este mismo viernes: “No voy a hacer comentarios, y menos de las cosas de Aznar”. Empezó bien Rubalcaba, pero se conoce que el ‘pollo a lo Marañón” –ése que tanto tuvo que digerir en el hospital cuando estuvo ingresado por una infección en la orina- le ha llevado a razonar –o buscar razones- a través de las partes bajas: “Esto le sale de las tripas [Aznar], que las debe tener un poco atascadas”. Mejor librado salió el PP, en términos generales, que atacaba a Rubalcaba por las actas de ETA sobre la negociación. A la preguntan de si cree que el PP respeta el pacto antiterrorista, sólo dijo lo siguiente, aunque en forma de burla-burlando: “Menos mal que lo respetan; si no, ¿qué dirían de mí?... ¡Qué suerte tengo que están en el pacto! ¿Qué dirían de mí si no estuvieran? ¿Qué harían de mí?”. Rubalcaba y el fin de ETA Más en serio, el vicepresidente volvió a repetir, por enésima vez, que “estamos abordando el final del terrorismo y es lógico que aparezcan posicionamientos, diferencias”. Pero dice que no quiere contirbuir a la polémica y que por eso no va a responder a las acusaciones del PP: “Hay que hacer un esfuerzo para sumar”. Así las cosas, el Gobierno está “tranquilo” con la sentencia del Tribunal Supremo, dividido como nunca ante la no legalización de Sortu: la sentencia, según él, "da la razón" a las demandas presentadas por la Abogacía del Estado y la Fiscalía, así como a los informes de la Guardia Civil y de la Policía, que apuntaban los vínculos entre la formación y ETA. Ahora queda sólo la prueba del algodón del Tribunal Constitucional, pero Rubalcaba está tranquilo: “[Supremo y Constitucional] son dos tribunales distintos y hacen su valoración de forma independiente”. En todo caso, para Rubalcaba estamos asistiendo al fin de ETA, y ello sólo es posible porque “ETA salió de la tregua derrotada política y policialmente”. Y dado que “estamos ante el principio del fin” porque “el Estado lo hizo excepcionalmente bien”, pues “no voy a entrar en polémicas”. Lea también: Aznar mete en el mismo 'saco' la negociación con ETA, el GAL y el caso Faisán Sigue la guerra de las actas de ETA