Samuel Doria Medina se defenderá en libertad pero queda arraigado

No irá a la cárcel, pero Samuel Doria Medina fue arraigado, deberá presentar cuatro garantes personales y firmar un libro de control en la Fiscalía de Sucre cada 15 días. La juez Jimena Mendizábal tomó ayer esa decisión ante el pedido del fiscal Weimar Guzmán de recluir preventivamente a Doria Medina, además de Jaime Barrón y Jaime Robles, exrectores de la Universidad Mayor de San Francisco Xavier, de Sucre. Wálter Arízaga, principal autoridad actual de esa casa de estudios superiores, quedó en libertad pura y simple. Estas personas enfrentan una imputación por un supuesto daño económico al municipio de Sucre por la firma de un convenio entre la Sociedad Boliviana de Cemento (Soboce) y esa universidad en 1999 para el manejo de la Fábrica Nacional de Cemento (Fancesa). El principal accionista de Soboce es Samuel Doria Medina. Hace 12 años, Soboce adquirió el 33,34 por ciento de las acciones de Fancesa en 26 millones de dólares y, merced a un acuerdo con exautoridades universitarias, asumió el control de la factoría cementera. LA REACCIÓN. A tiempo de abandonar la Corte de Justicia de Sucre, Doria Medina se declaró “indignado porque se me enjuicia y se toman estas medidas contra mí por haber generado empleo en Sucre, por haber hecho crecer a Fancesa”. Agregó que “esto no me hace perder la fe ni en Bolivia ni en Sucre, yo voy a seguir trabajando y pido también que no se pierda la fe en Bolivia, porque este Gobierno es pasajero, estas arbitrariedades de la justicia son pasajeras”. Doria Medina recordó que en 1999, cuando adquirió el paquete accionario, Fancesa tenía 392 empleados y que actualmente tiene 1.310. Para tomar esa decisión, la juez Mendizábal denegó los argumentos de la Fiscalía y admitió que no cabe ni el riesgo de fuga ni es evidente que Doria Medina carece de domicilio conocido, familia y ocupación. LA DISPUTA. A tiempo de producirse la reversión de las acciones de Soboce a favor de la Gobernación de Chuquisaca, el Ejecutivo dispuso que Soboce reciba una compensación que deberá ser establecida mediante mecanismos legales. Doria Medina exige 84 millones de dólares por este concepto, aunque, hace dos días, el vicepresidente Álvaro García Linera dijo que el pago de la indemnización “llevará su tiempo”. “Esto no me hace perder la fe ni en Bolivia ni en Sucre, y pido también que no se pierda la fe en Bolivia”.