Otra larga cambiada a costa de la negociación colectiva

Seguimos instalados en la economía de la improvisación y el dejar pasar, y no sólo el Gobierno, ahora también se apuntar al carro de la comodidad sindicatos y patronal. El Gobierno pretendía que sindicatos y patronal alcanzasen un acuerdo esta semana para poder incorporarlo cuanto antes a la legislación laboral. De hecho, el vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba, anunció que el Consejo de Ministros la aprobaría durante este mismo mes, algo que ahora parece improbable. Se trata de introducir el único elemento dinamizador posible a estas alturas en un mercado laboral que ya roza los cinco millones de parados según la contabilidad oficial, y era además un compromiso del Ejecutivo con Bruselas, dentro del plan de ajuste comprometido para salir de la esfera de los países períféricos en peligro de intervención. Y con este objetivo,aunque los asistentes a la reunión filtraron ayer que se habían producido “avances importantes” en aspectos como la ultraactividad de los convenios –su vigencia más allá del plazo previsto– y otros, dieron este caramelito para a continuación descartar la firma de un posible acuerdo antes del 22 de mayo. ¿La razón? Que la directiva de CEOE, que preside Joan Rosell, no se reunirá hasta la semana del 16 al 20 de mayo, y que las de los sindicatos lo harán sólo unos días antes. Si se trata de eliminar rigideces, parece claro que la patronal y los sindicatos deberían empezar por sus propias estructuras. Menos mal que trabajan por el país.