www.diariocritico.com
La herencia recibida

La herencia recibida

lunes 09 de mayo de 2011, 10:00h
Cuando en la mañana del pasado sábado se conoció la noticia del fallecimiento de Severiano Ballesteros, una honda conmoción, como un mazazo, recorrió las  vértebras de España, este país a menudo tan poco generoso con sus mejores hijos, tan entrañable y tan distraído al mismo tiempo.     Decir “Seve” Ballesteros es referirse a un gran campeón, a un líder mundial del golf, a uno de los deportistas españoles más importantes de todos los tiempos, a un palmarés inigualable, a la gloria de un juego del que estaba enamorado y que quiso compartir con sus conciudadanos. De hecho, en el golf español hay un antes y un después de Severiano Ballesteros, un período que comprende desde su primera época como “caddie” en las instalaciones cántabras de Pedreña hasta el actual momento en que, debido a su esfuerzo y a su impulso, el golf es un deporte accesible, con centenares de campos de titularidad pública por toda la geografía nacional.      Se ha escrito y se ha hablado tanto sobre “Seve Ballesteros” en estas últimas horas, que a quienes tuvimos el honor de ser amigos suyos sólo nos queda el respeto por aquello que había detrás de un deportista prodigioso, y que era un excepcional ser humano. Debo recordar que aquí, en “Protagonistas”, siempre tuvimos en “Seve” a un amigo muy querido, que se implicaba en todas las aventuras que le planteábamos, porque él también quería lo mejor para la sociedad y porque era un experto en llevar la bola de sus sueños al “green” más complicado, burlando con su genialidad las dificultades de trayectorias que parecían imposibles.     Su lucha contra la enfermedad, tras haberle sido detectado un tumor cerebral hace tres años, fue ejemplar. Pero, por desgracia, anteayer sábado nos decía adiós cuando contaba 54 años de sacrificio, de talento, de éxito y de sufrimiento. Tras la intervención quirúrgica, en la residencia sanitaria de La Paz, y ya de regreso a Santander, los Reyes de España lo visitaron. “¿Qué tal estás?”, le preguntó Doña Sofía. Y “Seve” respondió sonriendo: “Ahora estoy muy bien porque, desde que me han quitado la parte mala, sólo me queda la buena, y me encuentro mucho mejor”.      Alguien ha dicho que al firmamento del mejor deporte español (Bahamontes, Manolo Santana, Ángel Nieto, Mariano Haro, Luís Suárez, Paquito Fernández Ochoa, Pau Gasol, Rafa Nadal, Fernando Alonso, etcétera) le falta una estrella desde anteayer, sábado.  Pero es una apreciación muy subjetiva y muy superficial, porque la estrella de “Seve Ballesteros” ilumina ahora con más fuerza que nunca el campo de golf de Pedreña, y brilla, con una sonrisa y un abrazo,  en las aguas de la bahía de Santander.  Hasta siempre, “Seve”; hasta siempre, campeón. - Lea también: Muere Seve Ballesteros, el mejor golfista español de la historia
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios