Desde el gallo de la Almudena: De Alfredo, el del giro, a Esperanza, la patriota

La canícula veraniega causa estragos entre la clase política. Tampoco hace falta que el termómetro estalle para que sus paqueiradas puedan ponerse en blanco sobre negro. Los ciudadanos, que les pagamos sus pesebres, prebendas y sinecuras, estamos ya tan habituados a sus procederes que general, y esto es lo malo, les miramos con una cierta indiferencia. El curso político agoniza en medio de una quiebra económica, política y social de consecuencias todavía imprevisibles. Porque el hecho de que el 15M haya entrado en una especie de letargo –es muy difícil estar en pulso permanente con el “sistema”-no significa en modo alguno que las causas que propiciaron la mayor movilización cívica de las últimas décadas hayan desaparecido o hayan sido arregladas. No, simplemente están bajo sordina. Pero volverán a estallar, aún con más fuerza. Héte aquí que el PSOE a la deriva parece haber encontrado el bálsamo de fierabrás para todos sus males  en la persona del sexagenario cántabro, auscultador de todas las alcantarillas, llamado ALFREDO PÉREZ RUBALCANA, Call me Alfredo. Sorprendentemente, el que fuera hombre de confianza de Felipe González, el componedor en estado puro, nos ofrece ahora una imagen de “rojillo” que está dispuesto a poner en solfa a banqueros, financieros, empresarios, especuladores de toda calaña  condición. ¿Es esto algo serio? ¡Oiga, un respeto a nuestra hambre, please! Yo sé Rubalcaba que eres un tipo condenadamente listo, pero no nos tengas por tontos de remate que también nosotros fuimos a la Universidad. Lo tuyo es simplemente un “apaño” para salvar los muebles que Zapatero ha enajenado ya a los impostores. Resumiendo amigos: Freddy, el químico, pretende vender una burra ciega a los votantes de la izquierda que abandonó el PSOE y al zapaterismo como un mal desodorante. Y les ha echado la caña a ver si pican. ¡Cuentista! Lo de la lideresa En nada puedo estar más de acuerdo con la fogosa, populista exitosa y bragada lideresa madrileña que en poner cotos a las autonomías. Eso ya no tiene un pase. Pero, digo yo, que habrá que aplicarse el cuento. Porque ha recogido a todo el desecho de tienta aznarista que le pide un carguete. Tengo nombres al respecto para aburrir. Esperanza Aguirre es una gran dirigente política muy alejada de aquella imagen que la izquierda mediática trató de acuñar al grito de “Espe, Espe, Espe”. No. Tienen principios y coraje político y desde ese coraje le reclamo que de ejemplo desde su despacho de la Puerta del Sol para que “España no sea sierva de las autonomías…”, según acaba de afirmar escoltada por su antiguo jefe Aznar. Estoy totalmente de acuerdo, presidenta, pero te recuerdo que las palabras mueven y el ejemplo arrastra. En esta España deshilachada de hoy cualquier ganapán puede ser llamado “presidente” y al final terminan por creérselo. Véase el ejemplo de Paco Camps en Valencia….y no es el único. ¡Cuentos, no! Graciano Palomo. Periodista.