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Grandes rutas y paisajes

Por los infinitos caminos de Cantabria (XXVII)

viernes 16 de septiembre de 2011, 15:58h

Las Marismas de Santoña, Noja, Joyel y Victoria son un espectáculo de belleza y uno de los paisajes marinos más impresionantes del litoral cantábrico. Se trata de un refugio importantísimo de anátidas, paraíso de los ornitólogos y amantes de la naturaleza, catalogado como Parque Natural. El territorio de las marismas abarca el municipio de Santoña, Cicero, Escalante, Argoños, Noja, Suano y en los bordes más apartados, Laredo, Colindres y Voto.

Domina la entrada de las marismas el Buciero, una isla costera unida a tierra por un tómbolo arenoso, formando de esta manera una península. Este istmo determina, por la parte del mar, el largo arenal de la playa de Berria, exactamente dos kilómetros hasta la punta de El Brusco. Por el interior, nos encontramos con un laberinto de marismas, que componen el Parque Natural, siendo uno de los principales espacios naturales de la cornisa cantábrica. Ocupa 4.500 hectáreas de terreno y alberga un importantísimo ecosistema con abundante fauna y flora. Se trata de una escala vital para las migraciones de aves en la época fría entre el norte de Europa y Doñana y el norte de África. La avifauna de la reserva es completamente diferente en invierno y en verano, con especies residentes y otras de paso que sólo se ven en determinadas temporadas. La riqueza biológica ligada a la marisma radica en el contacto del medio terrestre con el acuático. Las zonas húmedas, el espacio intermareal, o las masas vegetales de diversas clases que se encuentran al borde mismo del agua o en sus proximidades, constituyen fuente de alimento para muchas especies. Para otras son lugar de descanso, de residencia o de cría, escondidas entre la vegetación, a salvo de los depredadores. Miles de aves, unas 20.000, pertenecientes a medio centenar de especies, dan vida y color a las marismas. Entre otras, garzas, ánades reales, cormoranes, garcetas, patos buceadores, chorlitos, zarapitos, carriceros, rascones, zampullines o espátulas, hacen escala en las marismas en su migración hacia el sur. Junto a ellas, viven rapaces como el halcón peregrino, el milano negro o la lechuza y las aves marinas como las gaviotas, alcas o charranes patinegros. En esta zona es posible contemplar este humedal desde su propio interior, ya que cuenta con un servicio de visitas ornitológicas guiadas con embarcación que permitirán a todas aquellas personas interesadas realizar un recorrido en barco para la observación de aves acuáticas durante la bajamar. Más información en www.avescantabricas.com Vea también: Infinitos caminos I / II / III / IV / V / VI / VII / VIII / IX / X / XI / XII / XIII / XIV / XV / XVI / XVII / XVIII / XIX / XX / XXI / XXII / XXIII / XXIV / XXV /  XXVI
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