www.diariocritico.com
Terremotos, volcanes y otros desastres naturales

Terremotos, volcanes y otros desastres naturales

miércoles 16 de noviembre de 2011, 15:38h
No es casual que cuando Naciones Unidas procedió a dar una clasificación sistemática a los Desastres Naturales, concediera el primer lugar a los que se producen en el interior del Planeta: (seísmos, tsunamis, erupciones volcánicas), Por delante de las que se forman en la superficie: (deslizamientos de tierras, derrumbes, aludes y aluviones). A los que siguen, los causados por fenómenos meteorológicos o hidrológicos (inundaciones de agua, sequías, tormentas y tornados). Y por último los de origen biológico (plagas y epidemias). A todos ellos hay que sumar los Desastres Tecnológicos que los hombres causamos (incendios, explosiones, derrames de sustancia químicas y contaminación ambiental).

    De la vida interior y exterior del Planeta Tierra, sabemos muy poco los humanos. Primero, porque desde los primates, hace 60 millones de años, las preocupaciones de la especie humana se centraban en temas relacionados con la supervivencia en un medio hostil y con existencia de predadores. El Homo Sapiens, aparecido hace 230.000 años, está considerado como el hombre moderno con todos sus rasgos físicos y psíquicos. Su capacidad de desarrollo hasta hoy ha sido lenta.

    Segundo, por carecer la ciencia humana de los medios de investigación necesarios para instituir hipótesis y teorías científicas, con mayor o menos credibilidad y verosimilitud. Como excepción, quiero recordar que los científicos del Centrofísico de Canarias nos han informado, la pasada semana, que con varios de los grandes Telescopios de nueva generación de que disponen en el nuevo Observatorio que se instalará en el Teide creen que se podrá encontrar la existencia de un Planeta similar a la Tierra. Es un gran progreso, como los que se están realizando en las últimas décadas en todos los campos de las Ciencias.

    Hoy sabemos que el magma del interior de la Tierra se mueve y origina grietas cuyo reflejo para la superficie son los seísmos o sacudidas, denominadas terremotos o sismos. Esta sacudida del terreno, ocasionada por fuerzas que actúan en el interior del globo, cuando salen a la superficie puede hacerlo en el mar y produce un tsunami o en tierra y causa un volcán, por cuya boca salen, de tiempo en tiempo, humo, llamas y lava, materias encendidas o derretidas que a su paso, causan desolación.

    Científicamente no se puede afirmar aún que exista una relación directa entre las explosiones volcánicas y las fallas productoras de los seísmos, pero la investigación dispone de ejemplos que pueden llegar a confirmar la teoría en un corto plazo.

    En la semana del 2 al 8 de noviembre de 2011, existían 15 volcanes en el mundo en actividad de erupciones, según datos del Smithsonian Museum y el USGS  (Global volcanism program). Son los siguientes: Cerro Hudson (Chile); Hierro (Islas Canarias, España); Nyamuragira (República Democrática del Congo); Monte Cleveland (Isla de Chuginadak, Alaska - Estados Unidos); Dukono (Isla Halmahera, Molucas - Indonesia); Karymsky (Kamchatka, (Rusia); Kilauea (Hawaii, Estados Unidos); Kizimen (Kamchatka, Rusia); Kliuchevskoi (Kamchatka, Rusia); Pagan (Islas Marianas - Estados Unidos); Puyehue-Cordón de Caulle (Chile); Sakura-Jima (Kyushu, Japón); Santa María (Guatemala); Shiveluch (Kamchatka, Rusia); Soufriere Hills (Isla de Montserrat, Reino Unido). Cada uno tiene  su particular historia. Uno de los más grandes del mundo, el Kilanea (en Hawaii, Estados Unidos), tiene grandes dimensiones: altura 1.111 metros, profundidad de la caldera 165 mts y un diámetro de 3 a 5 kms. Tiene un lago de lava permanente en su interior.

    En la isla del Hierro estamos asistiendo a este espectáculo marino causado desde las profundidades y que según algunos vaticinios podría llegar a dar lugar a la floración de una nueva isla. De momento, no ha producido victimas pero si el daño que conllevan la evacuación de las personas de zonas peligrosas, que son siempre muy dolorosas y requieren protección y ayuda a quienes las sufren. Comenzó la erupción volcánica submarina el 10 de octubre de 2011 y el 5 de noviembre fue evacuado por segunda vez el pueblo de La Restinga, ya que apareció una burbuja con una altura similar a un edificio de dos plantas. Las autoridades y los científicos siguen con toda atención el proceso para evitar bajas y daños colaterales.

    Los sufrimientos que nos causan los Desastres Naturales y Tecnológicos, me han llevado a escribir el libro SI YO PUDIERA... Visión Ecológica y Poética de los Desastres Naturales, (Editorial PIGMALIÓN) con la finalidad de que el lector pueda imaginar las diferentes clases de dolor y de angustia que los Seres Humanos nos vemos obligados a sufrir por los Desastres e igualmente las demás especies existentes en el Medio Ambiente.

    En este libro he dedicado un poema a los volcanes: Pánico ante un volcán.

    Si yo pudiera sentir el pánico
    de quién habita en la ladera
    de un volcán sin actividad,

    y despierta ante el rugido de su erupción,
    y el avance abrasador de la rojiza lava,
    que se lleva sus cosechas,

    muestra las ardientes entrañas
    del Planeta Tierra,
    que surgen con estrépito
    al atónito Medio Ambiente.

    Si después de la conmoción sufrida
    yo hablara con los supervivientes
    les haría sentir su avaricia agrícola
    en terreno peligroso.

    Vivimos en un mundo en el que los daños materiales (directos, indirectos, colaterales) y psíquicos, causados por los Desastres, suponen una gran cantidad económica difícil de precisar. Los tenemos casi todos los días, de una u otra clase y distinta intensidad, pero todos causan daños ante los que estamos muy desprotegidos.

    Conocer su existencia y los perjuicios que ocasionan son una condición previa para concienciar a la Sociedad y que ésta actúe para organizarse mejor y disminuir los daños que inevitablemente, está condenada a soportar.

    Aceptar el dolor y la destrucción que nos causan los Desastres, no debe llevarnos a la resignación, pero conviene no olvidar la pequeñez del hombre y la fragilidad de las estructuras que crea el artificio de la técnica. Resultan evidentemente inútiles cuando la Naturaleza desata sus furias. Todo lo destruye.

    Tampoco nos debe llevar a la indiferencia ante la nueva situación aparecida, sino a una nueva postura más inteligente y organizada de Naciones unidas para afrontar los retos actuales con mayor eficacia.

    Ante los daños actuales causados por los Desastres Naturales, es preciso comprobar que el proceso de las disposiciones de Naciones Unidas en lograr sus objetivos, desde el año 2000, no lo ha conseguido:

    En la Declaración del Milenio (Resolución 55/2 de la Asamblea General en septiembre de 2000), se establecieron como objetivos clave la "protección de las personas vulnerables" y la "protección de nuestro entorno común" para lo cual se decidió "intensificar la cooperación con miras a reducir el número y los efectos de los desastres naturales y de los desastres provocados por el hombre. En julio de 2005 se llevará un examen exhaustivo de los avances logrados en el cumplimiento de todos los compromisos de la "Declaración del Milenio" (Resolución 58/291 de la Asamblea General).

    Es de suponer, que la Asamblea General será consciente de su fracaso en conseguirlo.

    El Programa de Acción Humanitaria aprobado por la Conferencia Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, en diciembre de 2001, incluye el objetivo y prevé medidas para reducir el riesgo y los efectos de los desastres y mejorar los mecanismos de preparación y respuesta. ¿Lo ha conseguido?

El 22 de enero de 2005 la Conferencia Mundial de Naciones Unidas, sobre la Resolución de los Desastres aprobó en Kobe, Hyogo (Japón), el Marco de Acción de Hyogo para 2005 - 2015. Aumento de la resiliencia de las naciones y las comunidades ante los desastres. "La Conferencia constituyó una oportunidad excepcional para fomentar un enfoque estratégico y sistemático de reducción de la vulnerabilidad a las amenazas-peligros y los riesgos que estos conllevan. Puso de relieve y señaló los medios de aumentar la resiliencia de las naciones y las comunidades frente a los desastres".

Ante la actual realidad de los hechos: improvisaciones, falta de coordinación etc, en mi opinión, la Conferencia de Hyogo está siendo una oportunidad perdida. De seguir igual, en 2015 reconocerá que la actual organización ha constituido otro fracaso.

Los hechos mandan. Ante los daños actuales causados por los Desastres Naturales, es preciso afirmar el fracaso de Naciones Unidas en lograr sus objetivos, desde el año 2000.

 ¿No sería más eficaz que Naciones Unidas no esperan a 2015 para cotejar resultados, sino que en 2012 cambiara de opinión: diera prioridad en atención y presupuesto en organizar mejor la defensa contra los daños y perjuicios que nos causan los Desastres Naturales, en relación al Medio Ambiente y el Cambio Climático?

   

Fernando De Salas López es ecólogo y periodista


Nota: Se invita a la presentación del libro "SI YO PUDIERA... Visión Ecológica y Poética de los Desastres Naturales" el 13 de diciembre, a las 19,30 horas en el Archivo Histórico Nacional, Serrano 115, 28006 MADRID (área del Consejo Superior de Investigaciones Científicas) Tef. 915636915, correo electrónico; [email protected]
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios