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Los sindicatos consideran un acuerdo muy positivo el obtenido en el cambio

Los trabajadores de Bosch comienzan el traslado en Semana Santa

lunes 19 de noviembre de 2007, 17:30h
Los primeros trabajadores de la empresa Robert Bosch empezarán a trasladarse a la fábrica de la multinacional en Aranjuez en torno a Semana Santa del próximo año y el traslado se realizará de forma paulatina hasta que a comienzos de 2009 se hayan marchado los 250 trabajadores que optarán al traslado.
Así lo han comunicado miembros del comité de empresa de Robert Bosch de Alcalá de Henares en una rueda de prensa convocada para informar sobre el contenido del acuerdo alcanzado con la multinacional para el cierre definitivo de la fábrica, que justo en 2009 cumplirá 30 años de funcionamiento en la ciudad complutense. El resto de la plantilla, hasta completar los 395 trabajadores, se someterán a prejubilaciones. En total, se realizarán 148 prejubilaciones para todos los mayores de 58 años.

El compromiso de la multinacional es cumplir el convenio acordado con los empleados de Alcalá, por lo que habrá en los próximos años unos 90 contratos nuevos, lo que rejuvenecerá la plantilla, y también existe la promesa de que Robert Bosch invertirá en la fábrica de Aranjuez 16,2 millones de euros de aquí a 2011. Esta última cláusula del acuerdo, según el portavoz del comité de empresa, José Miguel Polo, "ha sido decisiva, porque hemos conseguido nuevas inversiones para Aranjuez y eso es sinónimo de continuidad de los puestos de trabajo, supone que el futuro del empleo está garantizado".

Los trabajadores de Robert Bosch Alcalá se irán también con unas compensaciones económicas que, en todos los casos, oscilarán dependiendo de la distancia real entre el lugar de residencia actual y la fábrica de Aranjuez y, en ese sentido, "todos mejoramos económicamente", aunque los más beneficiados serán el 55% de los trabajadores que residen en los municipios del Corredor.

Asimismo, el traslado diario de los trabajadores a Aranjuez correrá a cargo de la multinacional. Polo ha señalado en la rueda de prensa que "el sentimiento es agridulce porque hemos conseguido un buen acuerdo, pero lo evidente es que la fábrica se cierra en Alcalá".

Una fábrica que se abrió en el año 1979 para dedicarse a la producción de válvulas de inyección de gasolina y filtros para gasolina y diesel y que, en los mejores momentos, en torno al año 2000, llegó a tener en plantilla a 749 trabajadores directos.

Acuerdo positivo

La situación actual no es la misma, la multinacional anunció a principios de año el cierre definitivo de la fábrica en enero de 2009 por considerar que no era rentable su mantenimiento. Los trabajadores creen que el acuerdo ha sido positivo porque "partíamos de la imposición del cierre y ahora tenemos un buen acuerdo que ha apoyado el 75% de la plantilla" pero en el fondo del horizonte lo que se percibe, según CCOO es "la amenaza constante de la deslocalización en Alcalá de Henares".
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