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Familia humana

Familia humana

sábado 05 de enero de 2008, 20:36h
La familia necesita una casa a su medida, un ambiente donde vivir sus propias relaciones. Para la familia humana,esta casa es la tierra.

 

 El futuro de la humanidad está en que la familia sea una comunidad de paz
Al filo de un nuevo año el mensaje de cualquier cristiano tiene que ser el de la paz y la fraternidad. Desde Pablo VI hasta nuestros días, los papas nos regalan un mensaje de paz para el primer día del año que comienza. El de este año se centra en la familia, primera célula de vida y convivencia, que se prolonga en otras instituciones de mayor envergadura. Benedicto XVI recuerda que todos los habitantes del orbe formamos la gran familia humana. El futuro promisorio de la humanidad está en que esa familia sea una comunidad de paz. En una vida familiar sana se experimentan elementos esenciales de la paz: la justicia y el amor entre hermanos y hermanas, la función de la autoridad de los padres, el servicio afectuoso a los miembros más débiles, la ayuda mutua en las necesidades de la vida, la disponibilidad para acoger al otro y para perdonar. Por eso, la familia es la primera e insustituible educadora de la paz. Quien obstaculiza la institución familiar hace que la paz de toda la comunidad, nacional e internacional, sea frágil, porque debilita lo que, de hecho, es la principal agencia de paz.

La familia necesita una casa a su medida, un ambiente donde vivir sus propias relaciones. Para la familia humana,esta casa es la tierra. Hemos de cuidar el medio ambiente: este ha sido confiado al hombre para que lo cultive con libertad responsable teniendo como criterio orientador el bien de todos. La familia humana necesita además un fundamento de valores compartidos, una economía que responda realmente a las exigencias de un bien común de dimensiones planetarias. La referencia a la familia natural se revela también singularmente sugestiva. Fomentar relaciones correctas y sinceras entre los individuos y entre los pueblos permite a todos colaborar en plan de igualdad y justicia. Venezuela necesita ser una sola familia de hermanos y no de enemigos. Feliz año 2008.

Mons. Baltazar Porras
[email protected]
Primer Vice-Presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano y del Caribe (CELAM)

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