CEIM ve "una gran oportunidad de negocio" en la dependencia

La mayoría de los dependientes madrileños sigue residiendo en su domicilio, por lo que esta es, según el estudio 'La dependencia en la Comunidad de Madrid', encargado por la patronal CEIM, una de las principales oportunidades de negocio para las empresas madrileñas que se dedican a la atención a la dependencia.

Del total de los dependientes, unos 170.000 madrileños tienen más de 65 años; de ellos, 130.000 residen en domicilios privados, mientras más de 40.000 están ingresados en residencias. También siguen residiendo en su domicilio casi 13.000 de los 17.000 grandes dependientes, aquellos que no pueden realizar las funciones más básicas sin ayuda de un cuidador; 21.000 de los 30.000 dependientes severos, y 45.000 de los 52.000 dependientes de grado 1, siguiendo el baremo marcado por la Ley de Dependencia.

Pero, según indica el documento, hay unas 170.000 personas en Madrid que tienen problemas de dependencia y no están protegidas por la legislación actual. Son, sin embargo, otro 'campo por explorar' por la iniciativa privada y el resto de las Administraciones, según la patronal. De ellas, 150.000 residen en domicilios particulares.

Ante este panorama, la oferta pública de servicios de atención a la dependencia no resulta suficiente, siguiendo los datos del estudio. "El sector público no es capaz, por sí solo, de atender toda esta demanda", sentenció Francisco Piedras, autor del estudio y socio de Montoro y Asociados. Así, y a pesar de que tanto empresarios como Administraciones coinciden en asegurar que Madrid está muy avanzada en la oferta de estos servicios —no así en su desarrollo en el marco de la ley, hecho que la consejera, Gádor Ongil, achacó a que "nos e ha desarrollado la forma de copago de estos servicios"—, la oferta se queda corta ante la presión de la demanda.

Piedras abogó no solo por que la Administración continúe dejando en manos de la iniciativa privada la gestión de los servicios públicos de atención a la dependencia, sino también por incrementar el número de plazas puramente privadas para satisfacer la demanda.