¡Fuego amigo!

El refranero español es una fuente de sabiduría e imagino que Mariano Rajoy debe de estar pensando estos días en ese refrán de "que Dios me libre de mis amigos que de mis enemigos me libro yo". Y es que estamos asistiendo a todo un espectáculo por parte de quienes hasta ayer jaleaban a Rajoy y hoy piden su dimisión con la misma naturalidad.

Verán, yo creo que Mariano Rajoy ha sido un rehén, voluntario pero rehén, en primer lugar de José María Aznar, que le designó como heredero, y en segundo lugar del equipo que le dejó hecho Aznar. Fuera por desidia, o sencillamente porque se sentía cómodo con ese equipo, el caos es que Mariano Rajoy se equivocó al instalarse aún más en la derecha, y haciendo una oposición tan bronca y poco constructiva, que terminaba provocando rechaza en una parte del electorado centrista.

Rajoy también ha sido víctima de supuestos amigos del PP en determinados medios de comunicación. Periodistas que odian al PSOE, pero a los que no les terminaba de dar el peso como líder, Mariano Rajoy, y le han ido haciendo la agenda, e incluso la lista de candidatos por Madrid. Rajoy en éstos años ha demostrado escasa energía como líder de la oposición, parecía desganado, incapaz de ofrecer a los españoles nada que no fuera una visión catastrofista de la realidad. Es verdad que se ha crecido en esta campaña, pero ya era demasiado tarde y aún así ha logrado más votos y más escaños.

El problema que tiene Rajoy es que parte de los amigos del PP, de los amigos mediáticos me refiero, prefieren a otros líderes antes que él, unos apuestan por Esperanza Aguirre, otros no dejan de pensar en Rodrigo Rato, los de más allá creen que el actual presidente de la Comunidad Valenciana Francisco Camps puede ser el mejor sucesor, etc, etc, etc. Eso los amigos mediáticos, porque luego están las distintas familias del PP, que andan fastidiadas por el anuncio de Rajoy de que quiere volver a intentar obtener la presidencia del Gobierno en el 2012. Por ejemplo, Esperanza Aguirre no tiene tiempo para esperar, hoy es una mujer joven, pero si Rajoy se presenta en el 2012 y ella tiene que esperar al 2016 se plantaría en esa fecha muy metida en la sesentena.

O sea, que aunque aparentemente los líderes del PP hayan aplaudido en público la decisión de Rajoy de continuar, la realidad es que muchos están fastidiados porque creen que con él el PP no va a ganar las siguientes elecciones y a algunos de ellos se les pasa el arroz para sucederle. Otros, sin embargo, le apoyan porque les va el sueldo, o sea que si se va Rajoy pierden todo su poder y prebendas dentro del PP. De manera que Rajoy se queda y tendrán que, en primer lugar, soportar los ataques de sus amigos mediáticos y, en segundo lugar, de las intrigas palaciegas. Vamos, que va a estar sometido a "fuego amigo" durante los próximos cuatro años, si es que llega. O a lo mejor nos da la sorpresa y descubrimos "otro" Rajoy.