Indemnización de 29.500 euros a un operado de cataratas

El hombre, que fue operado de ambos ojos en febrero de 2005 por un problema de caratas, sufrió un postoperatorio problemático con un empeoramiento progresivo que provocó el surgimiento de un edemo corneal para el que necesitó tratamiento médico.

El afectado acudió a otra clínica oftalmológica en la que le detectaron que presentaba una córnea de tipo "guttata" para la cual el oftalmólogo que le operó debería haber llevado a cabo una cirugía más cuidadosa.

Como consecuencia de los actos médicos realizados por el oftalmólogo demandado, el paciente sufre pérdida de agudeza visual, tanto de cerca como de lejos, fotofobia, lagrimeo constante e hiperemia conjuntival (ojo rojo crónico).

La sentencia establece que el demandado no ordenó la práctica de un recuento endotelial cuando lo "correcto, prudente y adecuado a la lex artis era llevarlo a cabo al presentar el paciente una cornea guttata. Habiendo quedado acreditado que la cornea guttata" supone un aumento de posibilidades de sufrir edema posquirúrgico, no se contiene ninguna mención en el consentimiento informado acerca de esta extremo.

Así, concluye que el médico incurrió en negligencia tanto por la ausencia de práctica de recuento endotelial como por no haber informado al paciente de las consecuencias y riesgos específicos al tener una cornea de tipo guttata, como por haber operado en primer lugar el ojo que tenía en mejor estado y después el otro unos días después, sin dar tiempo a valorar las consecuencias.