La operación de EDF sobre Iberdrola recuerda mucho a todo lo que ocurrió con E.ON y luego Enel sobre Endesa. Sobre todo porque en ambos casos, al frente de las eléctricas españolas estaban dos presidentes que ofrecen resistencia a las opas hostiles.
Manuel Pizarro saltó al estrellato económico gracias a su resistencia numantina contra las 'amenazas' opantes -primero de la también española Gas Natural, luego de E.ON y finalmente, aunque sin resultado, contra Enel-. Siempre defendió a sus accionistas y eso le valió estar, entre otras cosas, en las listas del PP para el Congreso.
Ahora, el papel de
Ignacio Sánchez Galán en la eléctrica vasca Iberdrola nos hace recordar ese episodio de Endesa. En cuanto surgió el interés de la francesa EDF por hacerse con su control, Galán se movilizó. Para empezar, presentando una demanda en Bruselas contra el Estado francés -EDF tiene accionariado público galo-.
Ahora, según informa el diario
El Economista, exigiendo al Ministerio de Industria que limite la presencia de ACS en su accionariado al 10%. Todo ello porque la constructora presidida por Florentino Pérez estaría aliado con EDF para entrar en el control de Iberdrola.
Por cierto que, como contaba el martes la prensa francesa, ACS estaría
maniobrando a través de Unión Fenosa para controlar también así a Iberdrola.
Si (
No(
