La nueva ordenanza municipal permitirá que la sanción económica a los graffiteros se sustituya por trabajos sociales

El anuncio fue realizado este miércoles por la delegada de Medio Ambiente, Ana Botella, durante una visita al distrito de Carabanchel, en la que adelantó además que los padres de los graffiteros se convertirán en responsables subsidiarios si éstos no pueden hacer frente a las multas económicas.

Las sanciones se ampliarán a los 3.000 euros con la nueva ordenanza y hasta los 6.000 en el caso de ser reincidentes. "Los graffitis son un acto vandálico, no es arte, ensucian la ciudad y la libertad del que pinta termina en la libertad del ciudadano que no quiere que le pinten su pared", añadió la delegada. Botella, que aseguró que el Ayuntamiento de Madrid invierte cada año 1.000 millones de las antiguas pesetas en la limpieza de graffitis, adelantó que la nueva ordenanza se llevará a la Junta de Gobierno en quince días aproximadamente para después abrir el periodo de información pública y alegaciones.

La delegada de Medio Ambiente realizó el anuncio durante la visita a la zona de Urgel, en el distrito de Carabanchel, donde comprobó las tareas del Plan de Limpieza General, en el que se incluirán unas 200 actuaciones durante todo el año. "Con este plan hacemos una limpieza general como se hacía antes en las casas, limpiando paredes y suelos", explicó Ana Botella, que aseguró que el reto que se ha marcado el Ayuntamiento de Madrid es conseguir que la capital sea "la ciudad más limpia de toda Europa".