Pues se tendrán que entender...

Bueno pues sí, suena a más de lo mismo. Hasta las novedosas medidas del próximo Gobierno contra la economía, enumeradas por Zapatero como prueba evidente de que va a coger desde el minuto 1 los cuernos a la desaceleración, eran conocidas. Y  no hay sorpresa tampoco en que Rajoy diga que sí al diálogo y a buscar los pactos. A ver quien es el guapo que se atreve a quedar como el que se opone a llegar a acuerdos en un debate de investidura. Pero no, que nadie se crea que han pasado página, por mucho que Zapatero diga que hay que mirar al futuro y olvidarse de las razones de los desencuentros anteriores o que Rajoy haya evitado explicarnos de nuevo eso de que la prosperidad económica que tuvimos se debía a lo que hizo el Gobierno de Aznar y las dificultades actuales responden a la inactividad de los socialistas en la materia durante cuatro años.

Zapatero no ha pasado página y sigue identificando al PP con el pasado, la falta de alternativas, la poca o nula voluntad de consenso. Rajoy tampoco ha entrado en el capítulo siguiente de su historia de oposición: continúa asegurando que estamos en la peor situación de toda Europa para afrontar la desaceleración o que hay que salir corriendo si el PSOE insiste en hacer la misma política de emigración. Tal como eran.

Pero ellos saben que no se puede seguir así y que en algo se tendrán que entender. Zapatero podrá seguir presumiendo todo lo que quiera de que 11 millones de votos le dan autonomía para desarrollar su proyecto, pero sabe mejor que nadie que no puede aguantar cuatro años más de lucha antiterrorista solo sin el PP. Sería demasiado costoso y además la gente no le compraría otra vez aquello de que todo es culpa del PP.

Y Rajoy tiene que quitarse de encima a marchas forzadas el sambenito de la oposición del no permanente y de la bronca continua si quiere aspirar a algo más que a ganar el congreso de su partido en Valencia. Se van a necesitar.
Por cierto, ¿se han dado cuenta de lo bien que se vive un debate cuando los oradores se administran los tiempos sin necesidad de los marcadores de minutos y segundos por todas las partes, sin los semáforos de colores en la trinaba y el sonido estridente de las sirenas para cortar los discursos? Bien por Bono y por la Junta de Portavoces.