Pese a la cuesta de enero, la confianza del consumidor madrileño ha subido seis puntos respecto a 2006, hasta alcanzar los 89,4 puntos. Este aumento se debe, sobre todo, a la percepción que tienen las familias madrileñas sobre la marcha de su economía familiar, lo que permite mantener firme el consumo, según recoge la última Encuesta de Consumo elaborada por la Cámara de Comercio de Madrid.
Miguel Marías, responsable del servicio de estudios de la Cámara, explica que “la primera encuesta del año muestra que los madrileños mejoran la opinión optimista de su economía privada y de ahí que la predisposición al consumo sea bastante positiva y especialmente notable en la adquisición de bienes duraderos de más alto precio, sobre todo automóviles y vivienda. Buena parte de este optimismo se explica por la confianza en el empleo”.
Prueba de la buena marcha de las economías familiares de los madrileños es la evolución positiva del consumo de bienes duraderos, especialmente los que registran un precio más alto, como automóviles y vivienda. La perspectiva histórica confirma este crecimiento. Un 50,4 por ciento de las familias encuestadas en enero de 2007 afirman haberse embarcado en la compra de bienes duraderos durante el último semestre del año. Este dato dobla el registrado en enero de 1994, donde el porcentaje era del 26,3 por ciento.
La compra de automóviles registra una subida de casi 1,5 puntos porcentuales, pasando a 9,3 por ciento de hogares compradores ahora frente a 7,9 por ciento de noviembre de 2006, aunque en términos interanuales la compra de coches ha caído levemente (10,1 por ciento en enero de 2006). Ello indica un cambio en la tendencia alcista registrada en las compras de automóviles en la región desde 2003 y se muestra coherente con la generalizada desaceleración del mercado de automoción en nuestro país.
En el caso de la vivienda, el número de compradores (un 4,1 por ciento de hogares) ha aumentado un 11 por ciento con respecto a noviembre 2006, ya que el dato actual recoge buena parte de las compras realizadas con motivo del cierre del año fiscal. En cualquier caso, el número de madrileños que han adquirido una vivida es netamente superior al de enero de 2006 (2,8 por ciento).
En cuanto a electrodomésticos, la encuesta refleja un notable aumento de compras frente al comportamiento del año anterior, con un incremento interanual del 22 por ciento. El estudio señala también que el consumo cotidiano muestra un panorama típico de "resaca posnavideña"; es decir, una tendencia a moderar los presupuestos familiares, especialmente aquellos que más se han desbordado en las pasadas fiestas (bebidas, restaurantes, ocio, y uso de la tarjeta de crédito).
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