La comparecencia de Zapatero

   Habían aparecido algunas críticas sobre un cierto ocultamiento de Zapatero tras las elecciones de marzo. Esa circunstancia, y la existencia de algunos problemas recientes, pudo haber suscitado un plus de atención y de notoriedad a la presencia del jefe del gobierno en el programa de Televisión Española "59 segundos", en un formato ágil aunque de discutible eficacia: resulta sumamente difícil que el periodista tenga la posibilidad de replicar y repreguntar, salvo la propia periodista "de la casa", de Prado el Rey, que dispone de todas las posibilidades, y por poco hace ella sola la entrevista entera... Los restantes periodistas, por oportunas y agudas que sean sus cuestiones, son poco más que comparsas.

   Pues bien, en ese marco, Zapatero se vio como pez en el agua, en medio de un ambiente, al menos aparentemente, muy favorable y constructivo. Apenas un par de preguntas pudieron ponerle, tal vez, en aprietos, aunque en ningún momento demostró la menor duda o titubeo. Sencillamente, si hay una cuestión a la que no le conviene atender, la aparta, como fue el caso de si se había pagado o no rescate a los piratas que secuestrados el Playa de Bakio, y si, en caso positivo, se habían empleado fondos reservados o de otra naturaleza: Me niego a entrar en el debate sobre si se pagó el debate..., dijo Zapatero, que prefirió elogiar las actuaciones diplomáticas efectuadas y dijo que se había prestado ayuda al patrón de la nave. Por ahí es posible que hubieran ido las cosas, una vez que se ha publicado la noticia de que los piratas se repartieron el dinero en el propio barco del secuestro, y tras relatarse que en las negociaciones había llegado a participar un gabinete de abogados británicos desde Londres.

   Otras cuestiones de actualidad merecieron también atenciones preferentes: la desaceleración económica que el presidente insiste en evitar denominar la categoría de crisis, -"estamos peor que hace un año, pero creceremos por encima del dos por ciento, y seguimos creciendo empleo"-, o el problema surgido el pasado fin de semana con una partida de aceite de girasol en condiciones no recomendables para el consumo. Zapatero se conoce bien cada asunto, y tiene alternativas inmediatas: No me preocupa si se pagó el rescate, me ha preocupado permanentemente que esos trabajadores se pudieran reunir cuando antes con sus familias. La inflación ya va a empezar a bajar, ya. -dijo también, como si diera instrucciones porque el IPC estuviera a sus órdenes...

   Y luego, gran énfasis en destacar los elementos políticos en debate: conversará próximamente con Rajoy, posiblemente también con Ibarretxe, una vez que éste, verosímilmente, retire su planteamiento de la consulta popular de octubre, -"diálogo sí, aventuras, nunca", dijo de manera terminante- necesidad apremiante de resolver el gran problema de la Justicia con un gran pacto con el PP, -en estos cuatro años tenemos que hacer que la Justicia funcione- sobre el que estaba moderadamente optimista, necesidad igualmente apremiante de que se llegue a un nuevo acuerdo contra el terrorismo en el que pudieran estar como firmantes, junto con el PSOE, el PP y el PNV...

   Sin olvidar un pinchazo a Rajoy y su Partido en crisis, por razón de la mención expresa que hizo a un diario que había marcado la estrategia del PP: "Ningún partido debe estar cometido a lo que diga un medio de comunicación", dijo Zapatero. Y el director adjunto de El Mundo, participante en la comparecencia televisiva, prefirió no darse por aludido...