Desafían al neoliberalismo

La III Cumbre de los Pueblos se inició el martes en la capital peruana con un mensaje de desafío al neoliberalismo y con la intención de juzgar en un tribunal simbólico a una veintena de multinacionales europeas por supuestas violaciones de los derechos humanos de los pueblos latinoamericanos.

Rosa Guillén, coordinadora general de este encuentro alternativo que se celebra en coincidencia con la V Cumbre América Latina, Caribe y Unión Europea (ALCA-UE), dijo en su discurso inaugural que la reunión es "una respuesta profunda al neoliberalismo (...) que busca mercantilizar las relaciones sociales y se apropia de los medios de vida de las poblaciones".

Por su lado, el secretario general de la Comunidad Andina, Freddy Ehlers, quien se encontraba entre los asistentes, dijo que en esta cumbre "están representados los sectores que tienen una visión distinta de la realidad mundial", al abogar por un mayor "entendimiento" entre los pueblos y los gobiernos.

En la ceremonia de apertura en la Universidad Nacional de Ingeniería, en Lima, un grupo de indígenas ofició una ceremonia tradicional para dar la bienvenida al medio millar de representantes de organizaciones sociales, sindicales, ecologistas e indígenas de Perú, Bolivia, Chile, Ecuador, Cuba y los de la Unión Europea (UE) que participan en el encuentro que se clausura el próximo sábado.

También se iniciaron en la capital peruana las audiencias del Tribunal Permanente de los Pueblos, que analizará las acusaciones de diversos pueblos latinoamericanos contra multinacionales europeas.

Serán procesadas, en juicios simbólicos, la hispano-argentina Repsol-YPF, las españolas Unión Fenosa, Aguas de Barcelona y Ence, y la finlandesa Botnia, entre otras empresas.