Medio millar de personas aproximadamente se congregaron a mediodía frente al Palacio de Telecomunicaciones, en la plaza de Cibeles, para rechazar con cinco minutos de silencio la violencia de ETA, que volvió a manifestarse el miércoles con un nuevo atentado contra la casa cuartel de la Guardia Civil en Legutiano (Álava), y que se cobró la vida del agente Juan Manuel Piñuel y dejó heridos a otros tres.
La convocatoria del alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, que se sumó a las promovidas por la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), recibió la respuesta de varios centenares de madrileños que, en el día que se celebra San Isidro, acudieron a sumarse a los cinco minutos de silencio.
Portando banderas de España y pancartas que decían 'Unidos, ETA no', los manifestantes guardaron respetuoso silencio durante el tiempo estipulado.
Sin embargo, en los primeros momentos algunas personas pidieron 'cadena perpetua' contra los terroristas y rechazaron el diálogo con la banda. "Que se derogue ya la Ley en el Parlamento", profirieron algunos.
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En el acto estuvieron presentes, además de la Corporación municipal encabezada por Gallardón y los portavoces de PSOE e IU, David Lucas y Ángel Pérez, respectivamente, la ministra de Vivienda, Beatriz Corredor, el presidente del PP nacional, Mariano Rajoy y la portavoz socialista en la Asamblea de Madrid, Maru Menéndez.
Asimismo, estuvieron el portavoz del Gobierno regional, Ignacio González, el consejero de Inmigración y Cooperación de la Comunidad de Madrid, Javier Fernández Lasquetty y los diputados nacionales del PP Juan Manuel Moreno y Jorge Moragas.
Al finalizar los cinco minutos de silencio, la multitud rompió con un aplauso y con gritos de 'Viva España', 'Viva la Guardia Civil'. Después, los congregados se dispersaron del lugar sin mayores incidentes.
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