¿Cuánta división en la cúpula episcopal?

Pues bastante división, a lo que se dice. Cierto que en la cúpula episcopal prevalece el deseo de dar un palo al gobierno de Zapatero, hacia quien la mayor parte de los obispos tiene palabras como mínimo poco caritativas (en privado).

Pero cierto igualmente que no todos piensan que el castigo al Ejecutivo deba ser tan “desproporcionado” que, al final, acabe teniendo un ‘efecto boomerang’, como podría ser la prolongación del contrato de Federico Jiménez Losantos. Como bien decía La Vanguardia el pasado domingo, tan solo monseñores Rouco y su adlátere Martínez Camino se empeñaron, y obtuvieron, en esta renovación. Continuará, porque esto es un auténtico culebrón.