La COPE, problema de la iglesia

   En los últimos días, hemos tenido tres episodios serios acerca de en qué modo la cadena de Ondas Populares, COPE, cadena de la Iglesia católica, está originando problemas a la propia Iglesia, mucho más allá de los que ha podido originar a las relaciones de Iglesia y Estado en los últimos años. Son tales demostraciones, de un lado, las declaraciones que han efectuado el cardenal y obispo de Sevilla, Carlos Amigo y el cardenal arzobispo de Barcelona, Lluis Martínez Sistach. El primero no tenía impedimento en declarar que la COPE es un dolor de cabeza para la Iglesia. El segundo acaba de declarar a 'La Vanguardia' de este domingo que "la COPE dificulta y perjudica la labor de la Iglesia Católica; la deriva de la COPE dificulta y perjudica la labor de la Iglesia", y que se opone a la renovación de Jiménez Losantos: "Digo no a la renovación de Jiménez Losantos".

   Otras interesantes reflexiones y conclusiones expone el cardenal Sistach, en la misma conversación, que el diario proporciona en dos páginas: "El programa matinal de la COPE (de Jiménez Losantos) fomenta la agitación y la crispación. La Iglesia necesita medios potentes, no un potente medio de crear conflictos. El Comité ejecutivo deberá tomar medidas para que se respete el ideario de 1994. El Vaticano está informado y desea una emisora que no genere dificultades". En la misma crónica del diario barcelonés se insiste en que el 'problema COPE' viene de lejos y ahora vuelve a manifestarse con intensidad. Recuerda Sistach que él mismo ha reiterado su desacuerdo con la renovación del contrato de Jiménez Losantos, y ha insistido en que los programas deben adecuarse siempre al ideario de 1994, sin fomentar la excitación ni la crispación. "La COPE no ha de interferir en los debates internos de los partidos políticos y menos aún adoptar posiciones de beligerancia respecto a éstos. Ello no impide que la cadena tenga un espíritu crítico, respetuoso y serio", dice también el cardenal barcelonés.

   Están especialmente de actualidad las posiciones de Amigo y de Sistach después de que se hubiera informado de la renovación del contrato del controvertido locutor Jiménez Losantos por el cardenal arzobispo de Madrid, Rouco Varela, parece que contrariando la voluntad de muchos otros cardenales y obispos de la Conferencia episcopal española, de línea menos beligerante y 'dogmática' de Rouco... Y se suceden estas manifestaciones cuando está a punto de concluir el desarrollo y sentencia de Jiménez Losantos por la acusación que el alcalde de Madrid, Ruiz Gallardón, le ha planteado por injuria grave, proceso judicial al que el locutor quiso que acudieran en su ayuda otros relevantes nombres del PP, como Zaplana, Acebes y Esperanza Aguirre. Los tres declinaron la invitación a apoyar las tesis de Losantos contra su correligionario, contrariamente a lo que éste esperaba. Dicho de otro modo, no es la COPE el problema, sino que lo es Federico Jiménez Losantos, y la sorprendente actitud que tienen, en su apoyo, Rouco y Coronel de Palma, parece que el uno por razones de beligerancia política antigubernamental y el otro por razón financiera: con Losantos le salen bien las cuentas publicitarias a la COPE. Sin él, estaría por ver...