Im-presentables del domingo, 15 de junio 2008

Impresentable esta iniciativa ‘lúdica’, o ‘lúdico-comercial’ del alcalde de Madrid. Nos referimos al ‘Día del Deporte’, tan jalonado, que ha cortado la arteria principal de la ciudad durante toda una jornada, desde Atocha hasta Colón. Como se cortan los fines de semana los accesos al Parque del Oeste, como se cortó al tráfico la Casa de Campo… Al señor alcalde parece que le importan poco los sufrimientos de los madrileños no de a pie, sino los de a coche. Bien está el deporte, bien está promocionarlo, bien hacerse propaganda olímpica de cara no a ser precisamente el alcalde los Juegos de 2016, sino quizá el candidato del PP de cara a 2012. Pero igualmente  bien se ve que el señor Ruiz Gallardón  no tiene que trabajar un domingo por la zona del Paseo de Recoletos, ni tiene que circular por él en coche, ni le gusta esa zona, a la que pretende talar los árboles, para pasear. Impresentable alcaldada que disgusta, nos parece, a muchos más madrileños de los que complace y que, desde luego, a todos causa molestias que no se corresponden conlos beneficios que reporta. Nos referimos beneficios al deporte, no a algunos bolsillos, claro.

Banderas no tan al viento

Parece improcedente aprovechar un acto en el Congreso de los Diputados, por mucho que sea un merecido homenaje a ex presos y represaliados políticos del franquismo, para sacar una bandera republicana. Nada tenemos contra la tricolor ni contra las ideas que la sustentan, mientras se defiendan desde la legalidad y el sentido común: sin duda, una buena parte de los españoles se siente republicana. Pero lo ilegal no ayuda a propagar unas tesis políticas, y ningún diputado podría haber hecho lo que Antonio Moya, uno de los homenajeados, hizo. Tuvo razón el presidente de la Cámara, José Bono, al desautorizar públicamente esta ‘pasada’. Y no la tuvo Moya al decir, tras su acción, que la republicana es la bandera “que el pueblo refrendó”. Ha llovido mucho desde la Segunda República, don Antonio.