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El juicio contra abogada española será en 2009 y sin posibilidad de aplazamiento

martes 24 de junio de 2008, 06:21h
El juicio contra María José Carrascosa, la abogada española que disputa una ardua batalla legal en EEUU por la custodia de su hija Victoria y que ha recurrido al Tribunal Supremo de este país, tendrá lugar el 5 de febrero de 2009 y sin posibilidad de nuevos aplazamientos.

"Tiene buen ánimo. Está trabajando en las órdenes judiciales en las que está basada la acusación penal y esta extensión le da tiempo para acabar eso", explicó su abogado, Scott Finkenauer, durante una entrevista al termino de su comparecencia judicial.

Agregó que su defendida "está feliz" por disponer de más tiempo para esos trámites y que, aunque estar en prisión es duro, "siente que está ahí por una razón, que no es en vano, sino para proteger a su hija y eso la fortalece para afrontar su encarcelamiento".

El juez Donald Venezia, de la Corte Superior del condado de Bergen, había convocado para hoy el inicio del juicio oral, en el que la valenciana está acusada de interferir con la custodia de su hija, Victoria, concedida por un tribunal de EEUU al padre, Peter Innes, y de desacato a una orden judicial.

El traslado de la española desde la cárcel en que está internada desde noviembre de 2006 se retrasó debido a los numerosos detenidos que suelen ser enviados a los juzgados el lunes, explicó una agente judicial.

Eso hizo que el juez fuera llamando ante su presencia a reos y acusados por otros delitos, desde asesinato a tráfico de drogas o falsificación de cheques, que se mostraban sorprendidos y curiosos al ver allí a un grupo de periodistas y de cámaras de medios españoles que, desde el estrado del jurado, aguardaban la llegada de la valenciana.

"¿Ha llegado ya Carrascosa?", preguntó el juez en diversas ocasiones a los agentes encargados de custodiar a los presos hasta la sala y, tras varias respuestas negativas, dos horas después de lo previsto le comunicaron la presencia de la acusada.

La española entró poco antes del mediodía, vestida con el mono verde habitual para las presidiarias, encadenada de pies y manos, y con un sobre grande en sus manos, que entregó después a su abogado.

Mostraba buen aspecto físico y dedicó varias sonrisas al grupo de periodistas que la observaba, aunque no podía ocultar un cierto nerviosismo por estar de nuevo ante el juez, que trataba de combatir respirando hondo y con ritmo pausado.

La fiscal Carol Catuogno explicó al juez que estaba preparada para ir a juicio cuando lo decidiera y que había recibido por la mañana copias de la petición que había presentado la española ante el Tribunal Supremo de Estados Unidos.

Ese recurso se produce después de que el Tribunal federal de Apelaciones del Tercer Circuito, competente en los casos que se dirimen en Nueva Jersey, desestimara en marzo una apelación anterior con la que Carrascosa trataba de poner fin a su encarcelamiento.

Es impredecible el plazo que puede llevar al Supremo de EEUU decidir si acepta considerar este caso, por lo que el juez Venezia determinó que no podía establecer una fecha de juicio antes de comienzos del próximo año y, tras consultar con su ayudante, lo fijó para el 5 de febrero de 2009, con la advertencia al abogado y a la española de que "nunca más va a ser aplazado".

Además, fijó para el próximo 20 de octubre una vista para conocer la marcha de la petición al Tribunal Supremo, a lo que abogado y defendida respondieron que estaban de acuerdo.

Finkenauer explicó a la salida del tribunal que el aplazamiento era algo que no se descartaba, puesto que tanto él como el juez Venezia tenían otros juicios.

Preguntado sobre si aún existe la posibilidad de que este caso se pudiera resolver por un acuerdo entre las partes, Finkenauer declaró que su cliente "se muestra firme en que no quiere ceder ni siquiera tiempo parcial de visita o de custodia de su hija al señor Innes".

Innes y Carrascosa se casaron en España en 1999 y en abril del año siguiente nació Victoria Solenne en Nueva Jersey, pero en 2004 la pareja se separó y en octubre de ese año suscribieron un acuerdo que establecía para el padre tiempos de visita con la niña y otros aspectos de la relación familiar.

También determinaba que ninguno de ellos podía salir de EEUU con la hija o alejarse más de 144 kilómetros del domicilio familiar sin el consentimiento escrito de la otra parte, según consta en documentos judiciales, aunque María José se trasladó con Victoria y sin el permiso o el conocimiento paterno a España en 2005.

Un año después, un juez estableció el divorcio de ambos, concedió al padre la custodia de Victoria y ordenó a María José devolver a la niña a EEUU y gestionar en España la devolución de sus pasaportes (español y estadounidense), retenidos por un juzgado.

También prohibió a Carrascosa -que había regresado a EEUU ese año- abandonar Nueva Jersey hasta cumplir con lo ordenado y advirtió que, en caso contrario, se emitiría una orden de detención y sería encarcelada hasta que la pequeña fuera devuelta a este país.
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