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LGPC (LesGays Police Corps)

LGPC (LesGays Police Corps)

viernes 04 de julio de 2008, 13:23h
TITO B. DIAGONAL
Barcelonés de alta cuna y más alto standing financiero, muy apreciado en anteriores etapas de este diario, vuelve a ilustrarnos sobre los entresijos de las clases pudientes.
Reconozco, amadísimos, globalizados, megaletileonorisofiados y gaylesbianados niños y niñas que me leéis, que, en muchas ocasiones, tío Manolo, el cuñado terrateniente y sevillano de mamá, se suele pasar como veinte o treinta urbanizaciones de lujo (o sea, tres decenas de pueblos, que es lo que dicen/decís las clases bajas), pero hoy ha estado literalmente apropiado.

Mi pariente político (por cierto, marido de tía Ágata, hermana mayor de mamá), cuando le conviene, es capaz de entender hasta una frase en urdu (Pakistán) o tagalog (Filipinas), o sea, que el catalán (lengua romance derivada del latín), para él no tiene secretos. Y tío Manolo, dentro de un orden, es frecuentador de Internet (y no me preguntéis de qué tipo de páginas, pero también Michael Jackson entra en ellas). Consecuencia de ello durante las últimas 24 horas: que al cuñado de mamá, defensor –digamos que furibundo—de la Lengua Común, no le duelen las lenguas autóctonas –o sea, subordinadas—de las Españas. Si el mal está escrito en catalán, tío Manolo lo entiende a la primera.

Y ya la tenemos familiarmente liada. Tío Manolo ha visto –y leído y entendido—que, en la página web de la Consellería de Interior de la Generalitat de Catalunya (para Fernando Savater, GeneraliDaD de CataluÑa), se anuncia y se comenta el Congreso Europeo de Policías Gays y Lesbianas. Sus alaridos (los de mi pariente, aclaro) se han escuchado hasta en Madagascar…

No os los voy a reproducir literalmente, porque, de hacerlo, harían que hasta un blasfemador profesional –pongamos que el malvado del Vilariño—pareciese un modosito miembro de número de la Academia de la Palabra Culta y Decente. Os traduzco a términos más morales y menos rotundos… Que dice tío Manolo que hasta aquí podíamos llegar. Que donde mejor están los gays y lesbianas es dentro de su armario (bueno, él habla de la cárcel). Y luego, vencido por la lógica aristotélica, (se) hace determinadas preguntas. Os las transcribo…

¿Los policías lesbogáicicos se van a detener a sí mismos por escándalo público? ¿Existe un Police’s lesgays way of Life? ¿Deben crearse Brigadas Sodomobolleras de Intervención Inmediata? ¿Los policías homosexs de ambos tres sexos se encargarán de perseguir a los heterosexuales? ¿Cuál es la forma igualoparitaria de designar a los policías sin que se nos subleve Bibiana Aído? ¿Qué fue antes, el/la poli lesbosarasón o el/la poli hetero? ¿La heterosexualidad es delito perseguible de oficio por el juez Grande Marlaska?

Os lo confieso, pequeñines/as míos/as: tío Manolo, cuando va lanzado, es que me puede. El buen hombre mete la directa y más vale apartarse. Es como Esperanza Aguirre, la lehendakarisa de Madrid-Herría, en plan apártate-Mariano-que-voy-a-por-todas. Una fuerza indomable de la Naturaleza, como aquel que dice. Sus preguntas, políticamente incorrectas, quedan flotando en el aire veraniego. Incluso se llega a preguntar si Alfredo Pérez Rubalcaba, ministro del Interior, piensa crear el CNPLG (o sea, el Cuerpo Nacional de Policía Lesbogay, LGPC en sus siglas inglesas). Tío Manolo –España le ha hecho así—no entiende el saraserío policial. ¿Hay alguien que lo entienda?. De ser así, que lo diga ahora o que calle para siempre.

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