OPINIÓN/Víctor Gijón
lunes 04 de agosto de 2008, 12:32h
He intentado recordar situaciones parecidas, casos similares y actuaciones comparables, pero no encuentro nada. No al menos en el disco duro de mi memoria correspondiente a tiempos democráticos. De antes de la democracia sí, por supuesto.
Unas declaraciones se pueden valorar poco o mucho, pero nunca obviarlas. Es lo que el diario local de más tirada ha hecho con una rueda de Prensa de la vicepresidenta del Gobierno de Cantabria, silenciarla. Habrá que aclarar si la actitud de El Diario Montañés es censura, nueva política informativa o siempre torpeza profesional.
Comprendería, si esa fuera la razón, que en DM no estén por la labor de situar a cada cual ante sus responsabilidades en el debate en torno al Estatuto de Capitalidad y que hayan decidido que la razón la tiene una de las partes, en este caso el alcalde de Santander, Iñigo de la Serna. Nada que objetar, porque tomar partido editorial es tan legítimo como no tomarlo.
Pero incluso para que las posiciones apriorísticas puedan plantearse es necesario que exista controversia. No sería la primera vez que la respuesta del Gobierno a la oposición recibe peor tratamiento que la critica de la oposición al Gobierno. Es más suele ser algo bastante habitual desde que el PP no es Gobierno.Imagino la perplejidad de Lola Gorostiaga al verse tratada igual que cuando lideraba la oposición socialista al Ejecutivo popular.
Pero más allá de los modos está el fondo de la cuestión, el debate sobre la capitalidad y las distintas posiciones manifestadas desde el Ejecutivo PRC-PSOE y la alcaldía de Santander en torno a este tema. Tras la primera reunión para poner en marcha la Carta de Capitalidad, vicepresidenta y alcalde discreparon educadamente sobre el alcance y los contenidos del encuentro.
Al día siguiente el alcalde De la Serna, tras informar a los grupos municipales de la citada reunión, emitía un comunicado en términos muchos más duros, que incluía juicios de valor sobre la actitud de la vicepresidenta regional ante la ciudad de Santander y los santanderinos. La nota de Prensa se publicó en todos los medios, si bien es verdad que en el DM, quizás curándose en salud, la despacharon a una columna. Pero se dio. La respuesta de Gorostiaga no tuvo igual suerte en el medio conservador. Fue noticia de apertura en las radios y primera en el otro diario local, pero no mereció ni una sola línea en el DM.
Muchos cántabros, casi 200.000 según el dato de número de lectores ofrecido por el propio periódico la semana pasada, estarán pensando que la vicepresidente del Gobierno regional no tiene nada que oponer a las criticas del alcalde de Santander. Lo cual, como demuestran los hechos, es radicalmente falso.
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