www.diariocritico.com

Enfrentarse al cambio climático

lunes 05 de febrero de 2007, 15:48h
El cambio climático ya esta aquí. Acaba presentarse la semana pasada el último informe a la ONU en Paris, que ha puesto en evidencia que el cambio climático es el mayor problema al que se enfrenta en estos momentos la humanidad. No es algo que esta por venir, que puede suceder, dependiendo, o no, de nuestros actos. Es algo que ya esta sucediendo, y si seguimos haciendo las cosas tal como hasta ahora sus efectos se aceleran con devastadoras consecuencias para todo el planeta.

En un optimista, por improbable, escenario de nulo crecimiento demográfico, si los países desarrollados del planeta detuviéramos nuestro volumen de emisiones a los niveles actuales, y en la última década las hemos incrementado anualmente en un 1,5%, pero la India y China alcanzaran los niveles de emisiones per capita de EE.UU., el resultado seria catastrófico, las emisiones de estos dos países serian equivalentes al 170% de las emisiones mundiales de la actualidad. Hay que tener en cuenta que actualmente en toda China hay solo unos pocos miles de coches mas que en la Comunidad de Madrid.

Pero, a pesar de los llamamientos científicos, la acción política y empresarial esta ausente ante el mayor riesgo que tiene la humanidad a corto plazo. Las consecuencias económicas, sociales y medioambientales de actuar muy lentamente las pagaran los habitantes de las zonas más vulnerables por el cambio climático, los cien millones de habitantes del Sahel africano, millones de personas en Bangladesh y millones de agricultores y trabajadores que se verán empobrecidos en todo el mundo.

Y frente a ello los gobiernos parecen ONGs, en vez de poner en marcha políticas para reducir las emisiones de CO2, su principal actuación es lanzar llamamientos a la conciencia mediambiental de los ciudadanos. Los ciudadanos seguiremos cogiendo el coche, derrochando la luz, calefacción y aire acondicionado mientras los precios por usar bienes y servicios que precisan la quema de carbón, petróleo y gas, que son los que emiten CO2, sigan siendo tan bajos.

Si hasta ahora se ha hecho poco es porque los gobiernos de los países desarrollados, responsables de más de la mitad de las emisiones, y en primer lugar EE.UU., que emite casi una cuarta parte del total mundial, no han movido ficha.

El mercado no esta funcionando porque los precios no nos están reflejando los enormes costes futuros de utilizar esas fuentes energéticas, y por eso estamos derrochando algo que a medio plazo nos va a resultar muy caro. A las empresas instaladas en esos sectores les interesa un futuro de escasez, porque podrán ganar mucho más dinero vendiéndonos el petróleo y la electricidad mucho más caros.

Las graves consecuencias económicas de no actuar contra el cambio están expuestas, hasta un 20% de perdida del PIB mundial según el Informe Stern del gobierno británico, con incalculables costes sociales y medioambientales para todos los habitantes del planeta.

Por tanto la intervención pública es absolutamente imprescindible, un impuesto mundial sobre el carbono debe ser la base para reducir el consumo de fuentes energéticas y bienes que requieren la emisión de CO2 a la atmósfera para su producción y distribución.

Esto supondría una reducción del ritmo de la globalización económica, por el encarecimiento del transporte, y una profunda alteración de precios de muchos de los bienes que consumimos, por la reducción relativa de los precios de los bienes producidos en un entorno cercano.

Pero ello también aceleraría el esfuerzo inversor de las empresas para ahorrar energía y generar una energía limpia, barata y abundante, es decir la que se obtiene a través de fuentes renovables, como son principalmente la energía solar y la eólica.

Una rápida transición energética hacia las energías renovables significará enfrentarse con éxito al calentamiento del planeta, sin que pasemos por un escenario de escasez energética.

Pero en la medida que esta transición se retrase, porque los gobiernos cedan a la presión de las empresas energéticas por acrecentar sus privilegios de mercado, el fuerte incremento de los precios de las fuentes energéticas del carbono supondrá un fuerte encarecimiento de la energía, al no haber alternativa, y de muchos productos básicos.

Este escenario supondrá un panorama mundial de empobrecimiento de millones de personas, sobre todo las que ya son las más pobres de planeta, y por tanto la acentuación de los conflictos sociales, económicos, e incluso militares, que estamos viviendo.

Frente a ello los objetivos económicos, medioambientales y sociales que deben definir las políticas públicas, se deben fundir en uno solo: acelerar la transición energética hacia las energías renovables.

Bruno Estrada López
Coordinador del Área Económica de la Fundación Sindical de Estudios.
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios