UGT y CCOO rechazan el cierre de la planta de Bosch en Alcalá de Henares

Rogelio Mena, dirigente del sector de automoción UGT, y máximo responsable sindical de Bosh España, anunció que no descartan llevar a cabo medidas jurídicas o laborales para defender los intereses de los trabajadores.

Mena dijo que "es inaceptable que la dirección de Bosch haya realizado una política de hechos consumados sin informar oficialmente a los interlocutores sindicales. Así sólo se genera crispación y un alarmismo innecesario".

También la Federación Minerometalúrgica de CCOO ha exigido a la dirección de Bosch que emprenda un proceso negociador para garantizar los puestos laborales de la planta de Alcalá. Los dos sindicatos mayoritarios consideran que esta reestructuración persigue fines ocultos, ya que la factoría de Alcalá es rentable.

CCOO apuntó que la planta alcalaína sólo necesita inversiones en nuevos productos y pide a las administraciones públicas que exijan a Bosch un plan industrial general para el resto de fábricas ubicadas en la Comunidad de Madrid y que ocupan a 1.600 trabajadores directos y 2.000 indirectos.

Ambas centrales sindicales respondieron así al anuncio de la dirección de Bosch de reestructurar sus actividades en España, lo que supondría el cese de la producción de válvulas de inyección y filtros de combustible en la fábrica de Alcalá para trasladarla a la planta de Aranjuez, donde actualmente trabajan 241 personas.