Puro maquillaje

   Una semana de infarto se ha vivido en las bolsas. El IBEX llegó a rozar mínimos del año, aunque un viernes de agradecer logró una subida del 2,5 por ciento. Sin embargo, hay que tener presente que ese repunte se debió prácticamente en exclusiva a Repsol después de que Sacyr anunciara su disposición a vender algunos activos e incluso su participación del 20 por ciento en la petrolera. La situación económica en España sigue empeorando y el Gobierno continúa sin actuar.

   Después de la comparecencia del Presidente del Gobierno en el Congreso de lo Diputados ha quedado claro que el vicepresidente está tocado, a pesar de que lograra sacar del discurso algunas propuestas o por disparatadas o por estar fuera de la realidad de las cuentas públicas que empiezan a acumular déficit. Sus últimas declaraciones en las que venía a reconocer que España entraba en recesión y que en todo caso si ésta servía para limpiar la economía, le han hecho acreedor esta semana del título de "patético de la semana". No se sabe si se quiere ir, si quiere que le echen o es que ha perdido absolutamente los papeles o todo a la vez. El caso es que seguimos sin medidas de calado, que vayan a los cimientos de los problemas de inflación y competitividad de la economía española para fortalecerla.

   Sí hemos visto cómo España pierde puestos en el ranking de países atractivos para las inversiones,  las recomendaciones de los mercados que señalan a nuestro país con una cruz para los próximos diez años o el adelanto de las cifras de quiebras y suspensiones de pagos. Ésta es la realidad y no la que desde la Presidencia del Gobierno se nos sigue vendiendo. Así que no es de extrañar que entre lo interno y lo externo la Bolsa ande revuelta. Esta semana habrá algunos datos que tendrán a los inversores muy a pie de barandilla. Nadie se atreve a prever los movimientos que puedan producirse de aquí a final de año. Así que mucha prudencia para no superar el casi 25 por ciento que ya acumulan de caída los índices españoles.