El caso conmocionó a Uruguay por casi un mes. La desmesura en la cobertura periodística llevó que la desaparición de Natalia Martínez, de 19 años, fuera el tema excluyente. Durante 23 días, la Policía y los familiares buscaron infructuosamente en todo el entorno de Piriápolis y ya habían ampliado el área de trabajo a otros sectores de la costa sureste uruguaya. Pero las novedades no aparecían, aunque desde los medios de comunicación se anunciara como inminente el acontecimiento de alguna cosa. Algo que justificara la constante atención sobre un caso que no presentaba novedades.
Natalia había desparecido en la madrugada del sábado 19 de un pub de Piriápolis, la segunda ciudad balnearia del país. Originaria del Montevideo, la chica veraneaba junto a su familia. Al salir del boliche, sus amigas se separaron unos minutos de ella y ya nunca más la vieron. A las pocas horas aparecieron sus documentos y una sandalia tiradas en un camino cercano. Luego ya no hubo más noticias. Sí aparecieron videntes que decían dónde estaba la chica, cartas anónimas que aportaban pistas y móviles en vivo de la televisión que mezclaban todas las versiones y las daban a conocer.
Nada se supo hasta el sábado 10 de febrero. Esa tarde apareció el cuerpo de una joven a 21 kilómetros de donde desapareció. Ahora se inicia la investigación del homicidio. También en esta fase, las especulaciones periodísticas ya comenzaron...