El dirigente socialista Ramón Jáuregui apuntó este martes a que la salida de Bermejo del Gobierno ha sido "una dimisión aceptada o posiblemente acordada", debida a que "el grado de tensión" que existía entre el hasta ayer ministro y los agentes del sector de la Justicia "había llegado a un nivel que hacía muy difícil su tarea".
"Probablemente, como todas estas cosas, se hace de mutuo acuerdo: uno está dispuesto y el otro acaba aceptándolo", afirmó Jáuregui, en declaraciones a Onda Cero. "Todo hace pensar que ha sido una dimisión aceptada o posiblemente acordada", agregó. De esta manera contradice o desmiente al propio Zapatero, quien en una entrevista concedida la noche del lunes a Antena 3 comentó que nada tuvo que ver en la renuncia del ministro murciano.
Con esta decisión, explicó el diputado socialista, el presidente del Gobierno y el propio Bermejo "han querido eliminar de una vez un problema que estaba desviando la atención sobre otros problemas y otras investigaciones que afectan al partido rival". "Ha podido influir eso, por qué negarlo", recalcó.
Preguntado por los gritos de 'torero, torero' que la bancada socialista dedicó la semana pasada a Bermejo en el Congreso de los Diputados, Jáuregui explicó que el grupo parlamentario que apoya al Gobierno "tiene que demostrar su apoyo" dentro de "la liturgia lógica". "¿Qué habrían dicho del grupo socialista si, en un momento de tensión y de acoso como ese, nos hubiéramos quedado sentados mirando para otro lado?", se preguntó.
Del nuevo ministro de Justicia, Francisco Caamaño, hasta ahora secretario de Estado para las Relaciones con las Cortes, Jáuregui destacó que "es un hombre especialmente hábil y un gran experto constitucionalista".
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