El líder del PP eligió comparecer en solitario en Moncloa

Rajoy: "España no es Grecia... pero estamos en una situación critica; el Gobierno debe rectificar"

miércoles 05 de mayo de 2010, 12:48h

> Califica la reunión de "positiva" y cree que con su visita y el mensaje que le ha dado a Zapatero "los mercados se van a calmar"

El mero detalle de haber decidido comparecer en el propio Palacio de la Moncloa, desató demasiadas expectativas. Pero después de más de dos horas reunidos, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder de la oposición, Mariano Rajoy, tan solo llegaron a alcanzar un acuerdo de mínimos relativo a la reestructuración de sistema financiero y la reforma de la Ley de Cajas de Ahorros para antes del 30 de junio. Tras anunciarlo, Rajoy explicó que había dado “todo el apoyo del PP” y el suyo propio al presidente “si hace lo que tiene que hacer”, es decir, "rectificar su política económica y gobernar”. “España no es Grecia” sentenció... pero si no queremos llegar a la misma situación “el Gobierno debe hacer sus deberes ya. El tiempo se ha acabado”, advirtió.

Serio y circunspecto, con un traje azul marino y corbata a rayas a juego, Mariano Rajoy compareció ante los periodistas en la Moncloa en la misma sala que tan bien conoce de su larga etapa y variadas etapas como ministro y como Portavoz del Gobierno. El líder de la oposición no quiso desaprovechar su imagen institucional en la Moncloa y, mirando serio a las cámaras, dijo que lo que no le había dicho lógicamente a Zapatero, pero se lo decía en ese momento “a los ciudadanos” es que “aquí hay una alternativa dispuesta a asumir el reto de gobernar cuando los ciudadanos lo decidan”.

Midiendo muy bien sus palabras, una de las cosas que quiso dejar claro es que ha acudido a la Moncloa a petición del presidente del Gobierno, “yo no he pedido ninguna reunión para absolutamente nada”. También aseguró que en las dos horas de conversación solo abordaron aspectos relacionados con la situación económica. “Les puedo asegurar que no hemos tratados ningún otro asunto”, remachó Rajoy, cuando se le preguntó sí también habían hablado de la política antiterrorista o de la sentencia sobre el Estatuto de Cataluña. Para hablar sobre estos temas, dijo, tampoco había solicitado ninguna otra reunión más adelante.

Dicho esto, Rajoy concretó se habían limitado efectivamente a hablar sobre la ayuda a Grecia y la reforma del sistema financiero y avanzó que el presidente y él habían logrado al menos cerrar dos acuerdos, agilizar el proceso de reestructuración del sistema financiero para que aquellas entidades que quieran acogerse a ella lo hagan antes del 30 de junio, para lo cual conminó al Banco de España y al ministerio de Economía a impulsar el proceso; y la reforma de la Ley de Cajas. Dos cosas que, según recordó, viene reclamando el PP desde hace mucho tiempo sin que el Gobierno ni el PSOE atiendan sus demandas. Quedó fuera el espinoso asunto de la subida de impuesto y del IVA, uno de los caballo de batalla del PP contra el Ejecutivo durante los últimos meses.

Estos acuerdos de mínimos dieron pié al líder de la oposición a asegurar que, en este sentido, el encuentro con el presidente había sido “positivo”. Es más, al ser preguntado si este encuentro podría “calmar a los mercados”, no lo dudó: “espero que sí”, dijo, arrogándose en buena medida esa futura tranquilidad al haber acudido a la llamada del presidente, a imitación de lo que ha ocurrido en Portugal

“Se ha perdido un tiempo precioso”

Pero a partir de ahí, comenzaron los mensajes de reproches y ‘tirones de orejas’. Rajoy reiteró en diversas ocasiones que le había dicho al presidente que “se ha perdido mucho tiempo” y que es necesario “que rectifique su política económica”. Luego, le aseguró que el PP y él mismo estaba dispuesto a ayudarle a salir de la crisis siempre que haga caso a su partido y “gobierne”, pero dejando claro que él no va “a apoyar nada que sea malo para España”, como fueron a su juicio los Presupuestos Generales del Estado de 2010 o el aumento de la deuda pública.

El líder de la oposición insistió también en la necesidad de transmitir “confianza y seguridad” tanto dentro como fuera de nuestro país y colocó como la “principal prioridad la creación de empleo”. “La política de esperar y ver ya no vale”. Por ello Rajoy conminó a Zapatero a “actuar ya” para no llegar a la dramática situación de Grecia, aunque consideró que España está “en una situación crítica”.