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Los dos procesados que han declarado definen a El Tunecino como un "radical"

El Morabit desmonta la coartada de uno de los presuntos autores del 11-M

martes 20 de febrero de 2007, 16:33h
El acusado Fouad El Morabit, para el que la Fiscalía solicita 12 años de prisión por integración en organización terrorista, desmontó, durante la primera parte de su declaración llevada a cabo a última hora de la mañana la coartada presentada ayer por el procesado por la autoría material de los hechos Basel Ghalyoun, que se enfrenta a una petición de pena de 38.654 años de prisión.

El Morabit residía en el momento en que se produjeron los atentados con Ghalyoun en un local situado en la calle Virgen del Coro, en el madrileño barrio de la Concepción, donde se realizaban presuntamente reuniones dirigidas a alentar la yihad. Según explicó el acusado de colocar las mochilas-bombas en los trenes de cercanías, la mañana del 11 de marzo despertó a su compañero sobre las siete y media de la mañana para rezar. No obstante El Morabir aseguró hoy a preguntas de la fiscal que no vió a Ghalyoun hasta las once de la mañana.

Antes de la declaración de El Morabit subió al estrado otro de los presuntos integrantes del grupo, Mouhannah Almallah Dabbas, que indicó que la aparición de anotaciones manuscritas suyas en unas cintas de cassette encontradas en el piso de Leganés, donde se suicidaron siete terroristas islamistas el 3 de abril de 2004 días después de los atentados, podría deberse a que uno de los inquilinos del local de su propiedad situado en la calle Virgen del Coro de Madrid, Rifaat Anouar, uno de los suicidados, llevara "esas cosas" a la casa de la calle Carmen Martín Gaite.

No obstante Almallah Dabbas, que indicó que simpatizaba con los denominados Hermanos Musulmanes que, según dijo, condenan cualquier uso de la violencia, aseguró también, preguntado por si era propietario de cintas de video en las que se mostraban escenas violentas relacionadas con la 'yihad', que dispone de gran cantidad de cintas en su vivienda. "Tengo también películas porno", añadió.

El acusado intentó, además rebatir las acusaciones en su contra realizadas por su ex novia Nouza Hauza, testigo protegido cuya declaración le incriminó en los atentados, y dijo que ésta presentó en varias ocasiones "denuncias falsas" por maltrato en su contra. "Yo la denuncié a ella por robo", añadió y explicó que además de llevarse varias de las pertenencias que se encontraban en el local de la calle Virgen del Coro realizó llamadas a su cargo por valor de más de 2.000 euros.

Según Almallah Dabbas, Nouza trabajaba como prostituta cuando la conoció en Tanger. "Me comió el coco", dijo el acusado,  que calificó a su ex novia como "una mujer mala". La testigo, que declaró durante la instrucción del sumario de la causa en contra del acusado, vivió según Almallah Dabbas durante aproximadamente un mes en casa de "Serhane El Tunecino" que pretendía reconciliarles y tiene un hijo con el procesado.

El procesado negó todas las acusasiones en su contra y dijo no haber estado nunca en las casas de Morata de Tajuña y Leganés. Añadió que no ha viajado ni Afganistán ni a Bosnia y no ha intentado convencer a jóvenes para que viajaran a países árabes con objeto de emprender la "yihad". Explicó, además que sus hijos , cuatro de su mujer legal Turia y uno de su ex novia, acuden a un colegio público de Madrid y no asisten a clases de educación islámica aunque van a la mezquita de la M-30 donde reciben lecciones de árabe.

Por otra parte, ambos describieron a Sarhane Ben Abdelmajid, alias "Serhane El Tunecino", que se suicidó junto a otros seis terroristas islamistas,  como "un radical" y admitieron que le escucharon en ocasiones realizando comentarios sospechosos. Mientras que Almallah Dabbas explicó que le oyó amenazar con "matar a policías", El Morabit dijo que se enteró de que comentó que iba a ocurrir "algo fuerte" en Madrid.

Almallah Dabbas admitió ante la Sección Segunda de lo Penal de la Audiencia Nacional su relación con otros procesados por estos hechos, aunque negó que organizara reuniones de carácter integrista en un local que tenía alquilado en la calle Virgen del Coro de Madrid. Explicó que se afilió al PSOE del barrio de San Blas, donde residía, en mayo de 2004, prestó declaración vestido con traje de chaqueta de color verde oscuro y corbata, mostrando un cambio radical de su imagen desde que fuera detenido tras los atentados del 11 de marzo de 2004 y después de ser liberado, arrestado de nuevo en marzo de 2005. En dichas ocasiones, se difundió una fotografía suya en la que aparecía con pelo y la barba recortada, mientras que hoy acudió al juicio con la cabeza rapada y una cuidada perilla.

Inició su declaración declarándose inocente de los cargos que se le imputan, entre los que se encuentran los de alojar a "muyahidines", financiar sus actividades o facilitar su paso por España hacia campos de entrenamiento en otros países. A preguntas de la fiscal Olga Sánchez relató en castellano que el local de la calle Virgen del Coro fue alquilado por su hermano Moutaz, residente en Londres, y que él gestionaba el realquiler del mismo. Moutaz, detenido en Reino Unido por su relación con el terrorismo integrista, ha sido reclamado por el juez instructor del caso, Juan Del Olmo.

 A lo largo de su declaración, Almallah admitió conocer a Imad Eddin Barakat Yarkas, "Abu Dahdah", condenado como jefe de Al Qaeda en España, y también a "Serhane El Tunecino", a quien conoció en 1996 clases de Español y que intentó reclutarle para la "yihad". "Yo estaba contento en España", explicó, por lo que rechazó la propuesta de "El Tunecino" para acompañarle a combatir a Irak e incluso llegó a enfadarse con él, ya que no quería que se celebraran reuniones integristas en su local. Reconoció que allí se veía un vídeo sobre Palestina, pero no sobre la "yihad", ya que él está "en contra de toda violencia".

En otro momento aseguró que el tunecino le habló en una ocasión de "asesinar policías". No obstante matizó que las alusiones realizadas por éste en cuanto al robo de bancos o joyerías se realizaron en un contexto concreto, después de que al tunecino se le estropeara la nevera y se enterara de que su arreglo costaría alrededor de 150 euros. "Se le estropeó su nevera, se enfadó, y dijo que tendría que robar un banco para poder pagar", explicó. El procesado especificó que acabó apartándose de él, "salvo algunos contactos necesarios", y advirtió a sus amigos que no se relacionaran con esta persona porque era "radical".

 En cuanto a Fouad El Morabit, para el que la Fiscalía solicita la misma pena que en el caso del anterior procesado, 12 años, admitió que su compañero de piso, Basel Ghalyoun,- presunto autor material de la masacre- le dijo que había oído a "Serhane El Tunecino" que iba a ocurrir "algo fuerte" en la capital de España. Hoy explicó ante el tribunal que tomó dichas afirmaciones como "fantasías o tonterías" de Serhane, que solía decir "cosas raras". La cuarta jornada del juicio por el 11-M se reanudará esta tarde tras un receso de dos horas con las preguntas de las acusaciones populares y particulares y de la defensa de El Morabit, ejercida por Eva Aragón.

El Ghanoui
Por su parte, el acusado Otman El Ghanoui reconoció que realizó obras de reforma en la finca de Morata de Tajuña (Madrid), donde se prepararon los explosivos utilizados en los atentados del 11-M, y que en la casa coincidió con varios de los integrantes de la célula terrorista que se suicidaron el 3 de abril de 2004  en Leganés, entre ellos Rifatt Anouar y los hermanos Oulad Akcha.

El Ghanoui participó, según considera acreditado la Fiscalía, en el translado de los explosivos utilizados en los atentados desde Asturias hasta la vivienda de Morata de Tajuña donde fueron almacenados y en la habilitación de la vivienda de Morata. Está acusado de los delitos de pertenencia a organización terrorista, suministro de sustancias explosivas y falsificación de documentos oficiales por los que la fiscal Olga Sánchez pide un total de 24 años de prisión.

Fue detenido pocos días después de los atentados, el 30 de marzo de 2004, y se le considera uno de los hombres de confianza de Jamal Ahmidan, alias "El Chino", que también murió en Leganés. Las fuerzas de seguridad detectaron su perfil genético en las ropas abandonadas por Rifaat Anouar en la estación de tren de Vicálvaro el día que se produjeron los atentados.

El procesado indicó, en respuesta a preguntas de la fiscal, que permaneció un mes construyendo una habitación en el piso superior de la casa de Morata de Tajuña. "El Chino", del que dijo que no parecía una persona "radical", se puso en contacto con él por teléfono y comenzó a realizar la reforma a mediados de febrero de 2004. Dijo haber revestido, además, con planchas de "poliespán" un habitáculo situado en el exterior de la vivienda y explicó que lo hizo para "proteger del frío a las gallinas". En las planchas del revestimiento se detectaron restos de explosivos aunque el acusado indicó que "el agujero" se utilizaba sólo para almacenar comida para los animales.

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