El ex ministro de Defensa José Bono recordó al comisario europeo de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, su "estrepitoso fracaso" en las elecciones generales del año 2000 y le recomendó guardar un "discreto silencio" y "no dar consejos" sobre temas electorales.
En declaraciones a Telecinco, Bono respondió así a las declaraciones de Almunia alertando al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de realizar promesas electorales "cuyo cumplimiento vaya a dar al traste con la economía". "Almunia debería ser prudente porque su fracaso fue tan estrepitoso que sobre elecciones sería conveniente que guardara un discreto silencio", subrayó el también ex presidente de Castilla-La Mancha.
Volver a la política
En este contexto, Bono explicó que no tiene "ninguna pasión" por volver a la primera línea política pero reconoció que no se echará "atrás" en todo lo que ayude a impulsar el proyecto del PSOE. Por ello, emplazó a la convocatoria de elecciones para hablar de la posibilidad de ocupar un puesto concreto.
Así, reconoció que el jefe del Ejecutivo le ha ofrecido formar parte de las listas para el Congreso de los Diputados en las próximas elecciones generales, aunque rechazó comentar la posibilidad de ser nombrado presidente de la Cámara Baja por ser "una falta de respeto" para el actual presidente, Manuel Marín.
Bono rechazó además las acusaciones de padecer catalanofobia vertidas por el portavoz parlamentario de ERC, Joan Tardá, y aseveró que sin embargo "nunca" será "tibio con secesionistas ni independentistas". Reconoció que no entiende que por un lado "se sea patriótico para un territorio regional" y por otra parte "critiquen a los que nos llamamos patriotas de España".
Además, considera lógica la marcha de Rosa Díez al nuevo partido impulsado por Basta Ya y recordó que en esta legislatura hubo un momento en el que todas las declaraciones de la hasta ahora eurodiputada socialista eran utilizadas por el PP contra el Gobierno, algo que a él intenta evitar y le "preocuparía" si le sucediese.
El diálogo con ETA
Uno de los temas más criticados por Díez fue la apertura de diálogo con ETA para acabar con la violencia, respecto a lo que Bono defendió que un presidente del Gobierno que toma este "riesgo" para acabar con la banda "es digno de ser aplaudido". "Zapatero se arriesgó, me parece que debía intentarlo aunque no haya salido de acuerdo a las intenciones del presidente", explicó.
En este sentido, el ex ministro de Defensa calificó a ETA como "una banda de criminales" que debe saber que "su único destino es la cárcel de manera inmisericorde". "El mejor terrorista es el terrorista preso, y los vamos a meter presos a todos", advirtió para señalar a continuación que Zapatero "estaba en la obligación" de intentar acabar con el terrorismo.
Según argumentó, el hecho "singular" que ha diferenciado este proceso de los emprendidos por los anteriores presidentes del Gobierno es que "había dirigentes del PP que querían que saliera mal". "Algunos dirigentes del PP están dispuestos a derribar el edificio con tal de quedarse con el solar", criticó tras defender que en política antiterrorista se debe apoyar al Ejecutivo "incluso cuando se equivoca".
Gallardón y el PP
Por otra parte, preguntado por la posición del alcalde de Madrid, su amigo Alberto Ruiz Gallardón, dentro del PP, lamentó que al primer edil "no le pueden ni ver en determinadas esferas" de su partido pese a sus buenos resultados electorales. Así, rechazó que su situación sea igual a la de Gallardón e indicó que no detecta en el PSOE "el odio que tienen al alcalde de Madrid dirigentes de su partido".
A su juicio, la figura de
Mariano Rajoy como presidente de los 'populares' es un
"seguro de victoria" para el PSOE ya que, aunque
"es buena gente, no es el líder". "Como se dice en mi pueblo, eran pocos y parió la abuela", aseveró en referencia a las palabras del presidente de honor del partido,
Manuel Fraga, aconsejando preparar la sucesión.
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