Durán Lleida, Maleni y Labordeta, los grandes triunfadores de los Premios APP

Los grandes ausentes fueron los diputados y dirigentes del PP que pusieron como excusa que el acto de la APP, muy esperado por sus señorías todos los años por estas fechas,  coincidía una vez más – casualidades de la vida- con la cena navideña del partido que organiza Mariano Rajoy y, lógicamente, lo primero es lo primero. Sin embargo, algunos como Soraya Sáenz de Santamaría tuvieron el detalle de dejarse caer a última hora de la noche por el Hotel Palace – lugar donde tuvo lugar la ‘gala’- o Javier Arenas, que llegó a las últimas copas y al bailoteo después de haber participado en el programa ‘Tengo una pregunta para usted’.

Con o sin el PP, la ceremonia, presentada en esta ocasión por los periodistas Olga Viza y Xavier Grasset (que repite por cuarto años consecutivo) estuvo repleta de anécdotas. Los grandes triunfadores fueron, sin duda, el portavoz de CiU, Josep Antoni Durán i Lleída, que después de varios intentos en ediciones anteriores por fin consiguió llevarse el “Premio al Mejor Orador” en dura competición con Josu Erkoreka (PNV), Ramón Jáuregui (PSOE) y Gaspar Llamazares (IU). Durán dedicó el premio al resto de los grupos de la Cámara Baja, pero especialmente a los diputados ausentes del PP “que han sabido sacar lo mejor de mí”, ironizó.

Quien sorprendió por su  desparpajo y buen ‘talante’ fue la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, que triunfó como “Azote de la Oposición” en dura pugna con la socialista catalana Teresa Cunillera, con el ministro Alfredo Pérez Rubalcaba (quien de todas formas no se podrá quejar porque acumula de otros años unos cuantos galardones), y con el portavoz adjunto del PSOE, Julio Villarrubia. Maleni, que esa misma tarde había sufrido la reprobación del Senado, estaba pletórica. “He revitalizado el Senado, he levantado pasiones y eso es un puntito a mi favor”, sentenció ufana.

El premio a la “Mejor relación con la Prensa” lo compartieron a alimón el diputado de la CHA, José Antonio Labordeta, que se despide del Congreso (que, simbólicamente, va de dos en las listas con poquísimas posibilidades de salir elegido de nuevo), y el portavoz de ERC, Agustí Cerdá, que dedicó el galardón, entre otros, a Manuel Marín “que te has ganado el cielo”, bromeó. Labordeta hizo gala de sus dotes de cantautor y se arrancó a cantar, recibiendo una emocionada ovación de los asistentes a la cena, que hasta se pusieron en pie.

Otra que se arrancó con un bolero fue el portavoz del PSOE, Diego López Garrido, que se llevó el premio “Castigo para la Prensa” por ser el diputado que más ‘lata’ da a los informadores con sus reiteradas ruedas de prensa. Pero él se lo tomó con humor y hasta reconoció que había estado “luchando” estos cuatro años para conseguirlo frente a Joan Herrera (IC), Joan Tardá (ERC), y el diputado Verde del PSOE, Francisco Garrido, que quedaron como finalistas.

El “Azote del Gobierno” volvió a llevárselo el portavoz del PP, Eduardo Zaplana, también en dura pugna con sus otros compañeros de escaño, el propio Mariano Rajoy, y la catalana Alicia Sánchez Camacho, además del portavoz de ERC, Joan Tardá. Ante la ausencia de Zaplana, el premio lo recogió su jefa de prensa, Elena Sánchez, que tuvo que subir por tres veces al escenario para recoger el premio al diputado “Desconocido”, que fue a parar a Carlos Aragonés, y el de la Pregunta del Millón, que logró llevarse el portavoz del PP en el Senado, Pío García Escudero,  por preguntar al Gobierno, “Qué reflexión personal les ha llevado a concluir que el Gobierno de España debe ser llamado Gobierno de España?”.

El catalán Carles Campuzano (CiU) consiguió el premio al “Parlamentario Más Activo”, y el “Revelación” fue para Antonio Hernando (PSOE). La Cámara Alta también tuvo sus triunfadores. Iñaki Anasagasti, todo un ‘clásico’, fue distinguido como “Senador del Año”, y la socialista Patricia Hernández como la  “Senadora Revelación”. Su compañera Elena Valenciano también logró irse a casa por segunda vez en esta legislatura con el galardón a la “Eurodiputada del Año”. Valenciano, por cierto, confirmó algo que ya hemos contado, que en la próxima legislatura ocupará un escaño en el Congreso ya que será incluida en la candidatura por Madrid que encabeza José Luis Rodríguez Zapatero, quien tampoco se dignó a acudir a la gala, no así la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, que no falta a ningún acontecimiento de relieve.

Lo que se echó de menos esta vez fue el habitual discurso de Manuel Marín, que se despide del Congreso. Pero en esta ocasión Marín prefirió guardar silencio.