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Pancartas ofensivas, anti-españolas, pro-etarras en el Cataluña-Euskadi de ayer

El partido Cataluña-Euskadi de anoche degeneró en un ofensivo festín nacionalista

Sólo acudieron 56.300 espectadores; el partido se definió como "internacional"

lunes 09 de octubre de 2006, 11:50h
El ambiente festivo y la manifestación política se dieron la mano anoche en el Camp Nou en el partido entre las selecciones de fútbol de Cataluña y Euskadi, un amistoso que llegó 35 años después del disputado en Bilbao en 1971. Pero el espectáculo en el campo (2-2) degeneró en las gradas en un ambiente anti-españolista total: pancartas independentistas, burlas y mofas a los últimos resultados de España ante Suecia e Irlanda del Norte, reivindicaciones en clave vasca como de agrupación de presos etarras...
Maragall e Ibarretxe
Maragall e Ibarretxe

El aún presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, y el lehendakari, Juan José Ibarretxe, presidieron el partido en el palco del Camp Nou, repleto de personalidades políticas, como los presidentes de los Parlamentos catalán y vasco, Ernest Benach e Izaskun Bilbao, respectivamente, y varios consejeros de ambos Gobiernos, como los catalanes Francesc Baltasar y Ferran Mascarell y la vasca Miren Azkarate, y otros líderes políticos como Artur Mas (CiU) o Joan Puigcercós (ERC).

El partido, disputado bajo el lema 'Juntos por la paz', reunió a 56.300 espectadores, con público de todas las edades, y se jugó en un ambiente de fiesta, con actuaciones musicales previas y otras actividades, y en general de hermanamiento entre los aficionados catalanes y los hinchas llegados desde el País Vasco, unidos además por el deseo común de obtener el reconocimiento oficial de sus selecciones para jugar torneos internacionales, que también dio paso a otro tipo de reivindicaciones políticas.

La cita convirtió el Camp Nou en una gran manifestación de marcado carácter reivindicativo en que el público exhibió numerosas pancartas de contenido puramente político en favor de la independencia de Catalunya y Euskadi, entre ellas una gigante y ya famosa con el lema 'Catalania is not Spain' y también varias para pedir el acercamiento o la libertad de los presos de ETA, una de ellas dedicada al etarra Iñaki De Juana, que permanecieron colgadas en la grada durante todo el encuentro.

Una de las escenas de la jornada llegó en el descanso del partido, cuando la mayoría de aficionados se quitaron sus camisetas, en una acción promovida por la Plataforma Pel Dret de Decidir y que se deriva del polémico anuncio de la Plataforma Pro Seleccions Esportives Catalanas, en que un niño vestido de la selección española prohibía jugar en un partido a otro con la camiseta de la selección catalana, que se la acababa quitando para poder jugar.

Un mar de 'senyeras' catalanas y también muchas ikurriñas dieron un gran colorido a las gradas del Camp Nou, donde se repitió la ola en varias ocasiones, durante buena parte del partido trasladando una pancarta de la Plataforma Pro Seleccions Esportives Catalanas, y también se produjo la quema de varias bengalas al inicio del partido, cuando ambos equipos saltaron al terreno de juego, en el que los vascos posaron junto a una pancarta para pedir la oficialidad de su selección.

En una cita que Barcelona no acogía desde 1930, cuando la selección vasca ganó por 0-1 en Montjuïc, el Camp Nou registró más de media entrada con la presencia de 56.300 espectadores, la cual fue anunciada por megafonía como la tercera mayor asistencia de público de los partidos internacionales de selecciones disputados este fin de semana, después de que el 'speaker' repasase las cifras de todos los encuentros, entre ellos el Suecia-España, que fue recibido por la grada con una sonora pitada.

Maragall e Ibarretxe piden la oficialidad de estas selecciones

Maragall e Ibarretxe coincidieron en pedir la oficialidad de ambas selecciones para que puedan participar en competiciones internacionales y desearon que algún día pueda disputarse un Cataluña-Euskadi en una Copa del Mundo.

Ibarretxe declaró que el amistoso en el Camp Nou "se trata de algo más que un partido ente amigos, ya que detrás de esto hay una petición clarísima": "Queremos tener seleccion y jugar oficialmente como selección. Y eso no va en contra de nadie. A mí me gusta la selección española y me gusta la selección italiana, pero mi selección nacional es la selección vasca", afirmó el lehendakari.

Además, se mostró "absolutamente convencido que algún día el presidente de la Generalitat y el lehendakari se darán un abrazo en un partido en un Mundial", lo que fue correspondido por Pasqual Maragall, que añadió que ojalá fuese en una final.

El presidente catalán, además, aludió al nuevo Estatut de Cataluña para afirmar que el objetivo de las selecciones nacionales es "una obviedad desde el momento en que se ha aprobado en las Cortes españolas que Cataluña es una nación".

Maragall añadió que "de aquí a tener participación en las competiciones hay un paso que tenemos que dar". "Eso pasa en Gran Bretaña y nadie se rasga las vestiduras, allí no pasa nada y eso no quiere decir que Gran Bretaña sea un país que todo el mundo respeta", dijo, tras manifestar que tanto Ibarretxe como él deseaban el amistoso Cataluña-Euskadi "desde hace mucho tiempo" y de reconocer que el equipo vasco le estaba "dando una lección" al catalán en la primera parte.

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