Ciutadans habla en castellano en el Parlament (y no pasa nada)

Ante el silencio respetuoso de la cámara, descorbatado, empezó saludando en catalán y, a continuación, inició su intervención en castellano, lengua en la que, sin duda, se sentía más cómodo. Y, naturalmente a Albert Rivera, no le gustó nada el discurso de investidura del candidato Montilla: “esperábamos un alto grado de autocrítica, y el análisis de los errores cometidos en el pasado. El tripartito no fue una gran herencia”.

Y las preguntas retóricas. “¿Por qué se anticiparon las elecciones?”, fue una de ellas. Y una justificación de la presencia de su partido, porque

Considerándose un outsider, generoso desde su diversidad elegida, el debutante Albert Rivera, un tanto sobrado de modos y de razones, pero sin grandes dotes oratorias, salvo el desparpajo, vino a decir que en su formación “apostamos por algunas de sus propuestas sociales, que Ciutadans también las lleva en su programa”. Y volvió a reprocharle las promesas del Pacto del Tinell, en la que se basa el programa del tripartito. “Eso es  continuismo”, dijo, con el énfasis de quien acaba de descubrir la piedra filosofal y colocar la clave del arco. Y abogó por el laicismo, “no sólo a nivel religioso, sino a nivel identitario”.

Albert Rivera no se resistió a manifestar el credo de Ciutadans: “creemos en los ciudadanos, en la Constitución y en el Estatuto de Autonomía”. Porque defienden la igualdad de oportunidades y la justicia social. “Que sólo se mire al pasado para aprender de los errores”.

Remató su intervención Albert Rivera, en lengua catalana, deseando que le gustaría poder decir que, dentro de cuatro años, el tripartito hubiese cumplido con su programa.

En su intervención de réplica, José Montilla, en lengua catalana de la que no se apeó, contradijo la exposición de su joven oponente, al que acusó de realizar una interpretación “alegre” de la gestión del gobierno anterior, que tuvo luces y sombras, “pero que fueron más las luces –dijo— que las sombras”. Y, por ahí, todo seguido, rebatió el sentido catastrofista de la intervención del presidente de Ciutadans/Partido de la Ciudadanía.