La Memoria Histórica, por fin

Con bastante probabilidad, ha sido ésta una de las leyes en las que Zapatetro más se había comprometido, y en las que más ha tenido que esforzarse el Gobierno -Diego López Garrido, en particular- para sacarla adelante en el Congreso. Finalmente, el texto de la próxima Ley de Memoria Histórica se hará realidad, tras el largo consenso obtenido entre siete partidos, todos menos el PP y ERC. Los que los socialistas consideran "los dos extremos" del abanico parlamentario, lo que en cierta medida no les preocupa. Populares y Esquerra prefieren marginarse, argumentan...

Este miércoles se reunirá la ponencia que tramitará la norma, tras la incorporación de algunas novedades: La condena del franquismo; la ilegitimidad de los tribunales de la Guerra Civil y sus resoluciones; y las consecuencias jurídicas de esos tribunales creados con vulneración de las más elementales garantías del derecho a un proceso justo. Se priva de vigencia jurídica las normas dictadas bajo la dictadura contrarias a derechos fundamentales.

Con estos añadidos han quedado resueltas las últimas resistencias de los grupos políticos. Y se obtiene "continuidad con el espíritu de concordia de la Transición", según el PSOE, y "el olvido de los avances de reconciliación de la transición y el regreso al enfrentamiento de la Guerra Civil, según el PP: Ciertamente, las posiciones entre los dos grandes partidos no pueden estar más alejadas, pero también se aprecia, una vez más, la soledad en la que queda el PP. Acebes dice que es la norma de la división, mientras Llamazares asegura que no abre heridas.

En total, las negociaciones para conseguir el consenso en esta ley han sido catorce meses, y el texto inicial remitido por el Gobierno ha registrado muy notables modificaciones. Ahora queda por ver el desarrollo y efectos de esta ley: Gobierno, comunidades autónomas y ayuntamientos elaborarán un catálogo de vestigios de la Guerra Civil. Por ejemplo, uno de los términos de la ley autoriza la ocupación temporal de terrenos para que las Administraciones Públicas se impliquen en la localización e identificación de las personas enterradas en fosas comunes. Asimismo, la Administración queda comprometida a adoptar medidas para retirar escudos, insignias, placas y otros símbolos de exaltación del golpe de Franco, la Guerra o la Dictadura. Y en cuanto al Valle de los caídos, en adelante no podrá usarse  para exaltar la Guerra Civil o la dictadura, y más bien deberá servir para  honrar la memoria de todos los fallecidos y para estudiar ese período histórico, los valores constitucionales, la paz yla memoria política.

Desde luego, no es una norma que pasará inadvertida y sin efectos.