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Off the record - 4 diciembre 2007

Off the record - 4 diciembre 2007

martes 04 de diciembre de 2007, 07:29h

RASGOS DE VALOR: JOSU JON IMAZ

Bajo la terrible presión sicológica y moral del nuevo crimen de ETA, una alta personalidad política advertía ayer a este Off The Record del peligro de las simplificaciones y los maniqueísmos. “También hay coraje en el nacionalismo vasco. Hace falta tenerlo, y mucho, para actuar y pronunciarse con la claridad con la que lo hace Josu Jon Imaz, nacionalista de pies a cabeza, pero de un nacionalismo moderno, funcional, integrador, radicalmente enfrentado a ETA y a la estrategia del terror”.

La gran mayoría del PNV ha cerrado filas detrás de la línea de Imaz, ahora a través del nuevo presidente del EBB, Urkullu, y contra la pretensión de Ibarretxe, de ignorar la legalidad a la que se debe y de la que emana su posición política.

Varios periodistas de Madrid todavía recuerdan un almuerzo, no hará todavía dos años, en el que Imaz reivindicó para el PNV manos libres para la negociación política a derechas e izquierdas, lo mismo con el PP que con el PSOE, y concluyó con una frase difícil de olvidar: “Euskadi estará normalizada el día que sea posible formar un gobierno de coalición de PNV y PP”. Ni más ni menos de lo que ya pudo ser y fue con el PSOE.

 

AUTONOMÍA DE DECISIÓN EN UN ESCENARIO LIMPIO

Imaz no manifestaba con ello inclinación ni predilección alguna, sino que reivindicaba la plena capacidad para el nacionalismo de hacer política como en cada momento sea mejor para Euskadi, sin el aliento de ETA en la nuca. Lo recordaba ayer a este Off The Record un ilustre militar, que tuvo cierto protagonismo en los años de la transición y que siempre ha defendido la necesidad de que el nacionalismo moderado vasco encuentre en Madrid la comprensión y la ayuda de los grandes partidos estatales.

No hay división en el PNV sobre la voluntad nacional de Euskadi, sino sobre la forma, el continente, el modo y el momento de ejercer esa voluntad. Y especialmente sobre el contexto. Para Imaz y la gran mayoría del PNV, ese contexto necesita, para no ser contaminante, la desaparición de ETA, esto es, del terrorismo criminal. Para Ibarretxe y la minoría radical, ETA no es sino un elemento más del escenario, unos chicos patriotas que se equivocan en los métodos.

No es sólo política, es sobre todo economía. Imaz, como los empresarios vascos, han hecho números de lo que podría ser y no es Euskadi, en términos de actividad económica, si no tuviera el lastre de ETA. Eso les afecta aún más que el “impuesto revolucionario”. Asusta y descorazona en dimensiones de pérdida de oportunidad.

 

AL OTRO LADO DEL ESPEJO, EL MUNDO REAL

Todo es economía. Y resulta que no era obsesión de este Off The Record por ver el lado malo del problema. Resulta que la desaceleración no es “una de esas cosas que pasan y se corrigen y luego se ve que no era para tanto”, en frase de un alto y apacible personaje de la vida política. Resulta que, por el contrario, es el preámbulo de la crisis que viene. Crisis financiera con sacudidas más allá de las famosas “turbulencias” y con más de tres y más de cuatro, y a saber cuántas más, promotoras caídas al borde del camino.

A estas alturas ya nadie serio niega que el “ajuste” inmobiliario es todo un frenazo, y derrapando. No es que las desgracias aparezcan por convocarlas, es que no desaparecen por no querer verlas. ¿Con que no había hipotecas subprime en España? Vaya, vaya… Y por cierto ¿por dónde empiezan a enseñar la patita importantes volúmenes de los “créditos basura” que han estado circulando el último año por el ancho mundo? Esto sí que va a llegar hasta el ciudadano común.

Ha llegado la hora de abrocharse el cinturón para iniciar el aterrizaje en el sombrío mundo de la realidad, que nos esperaba al otro lado del espejo situado sobre el cálido hogar de la chimenea.

 

¿DÓNDE ESTÁ EL DINERO?

Se comentaba mucho ayer en los cenáculos madrileños el curioso argumento del IEE de que no se notará la desaceleración económica por los ciudadanos, ni se percibirán sus efectos sobre el empleo, hasta finales de 2008. “No es verdad, pero es que, además, es como decir que los ciudadanos se arrepentirán a finales de año de cómo votaron en marzo”, reflexionaba anoche, en círculo amigo, uno de los grandes empresarios “estrella” del momento.

Lo cierto, datos en mano, es que los ciudadanos ya han notado lo que sucede, llámese piadosamente “desaceleración”, agarrándose a los números, o asúmase como crisis, acudiendo al significado de los números. Disminuye el ahorro familiar, baja el consumo familiar, Bancos y Cajas ya no saben qué ofrecer para captar pasivo, pero los depósitos son cada vez más esquivos…

La cuestión no es impune, porque la crisis de los subprime hace difícil a Bancos y Cajas acudir a mercados exteriores de capitales. Y además, como ya se ha advertido, desaceleración, esto es, estancamiento, al tiempo que inflación… el conjunto de ambos vectores es el nombre del demonio de la economía.

 

UNA DECISIÓN ELECTORAL EN EL FILO DE LA NAVAJA

Así que, a poco más de tres meses de las urnas, con Ibarretxe instalado en la rebeldía contra la legalidad, con ETA dispuesta a reabrir el dilema “negociaciones o sangre”, con algo más que turbulencias en las áreas más sensibles de la actividad económica, el escenario electoral se complica y ya se sabe que va a ser una campaña electoral con mordiscos a la yugular. Aumentan los nervios en Ferraz, a medida que se hacen más frecuentes los avisos de los excelentes analistas sociológicos que tiene el PSOE.

Por si fuera poco, el ayer derrotado, cierto que por la mínima, Hugo Chávez cubre de elogios ante sus “camisas rojas” a Rodríguez Zapatero y advierte que si en España en marzo gana la derecha no habrá dialogo con nuestro país y las empresas españolas tendrán que hacer las maletas. Y para completar el mensaje, el ministro Moratinos, siempre oportuno, ve una demostración de la plenitud democrática que vive Venezuela el que Chávez haya perdido el referéndum y haya aceptado la derrota. “¡Qué gran demócrata es Chávez!”, ironizaba anoche, en la misma mesa antes citada, un distinguido embajador en Madrid.

Los expertos en sondeos están aplicados a estudiar la significación, y sobre todo, la influencia electoral, de un fenómeno poco frecuente, casi una paradoja sociométrica: mientras se desgasta, casi semana a semana, la corta ventaja del PSOE sobre el PP en las encuestas, crece casi en paralelo la ventaja de los que, con independencia de sus preferencias electorales, creen que ganará el PSOE sobre los que creen que ganará el PP.

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