Es cierto que el presidente del Banco Central Europeo es un ‘poco alarmista’ en sus declaraciones, lo que no quita que tenga razón al advertir de la crisis en la que nos estamos sumiendo. Pero el grave del problema aquí no son las declaraciones de
Jean Claude Trichet, si no las de nuestro presidente del Gobierno quien, durante su jornada leonesa, ha recomendado "
prudencia" a Trichet a la hora de hacer afirmaciones como las del pasado jueves sobre una nueva subida de tipos de interés en julio. Según
Zapatero, tras las afirmaciones del presidente del BCE se produjo un alza del Euribor pero también
"del precio del petróleo”…
¿Qué nos quiere dar a entender Zapatero? ¿Es que no estamos en crisis y la culpa de las subidas, bajadas, idas y venidas de los precios de los carburantes y del Euribor son por unas declaraciones de Trichet? El gobierno debe ponerse manos a la obra y atajar el problema con medidas reales en vez de pasar ‘la pelota’ de unos a otros buscando un culpable.