Mariano Rajoy ha ordenado a la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, que “recabe toda la información necesaria a fin de aclarar hasta sus últimos extremos lo ocurrido y adoptar, en su caso, las medidas pertinentes”. O, lo que es lo mismo, que inicie una investigación interna sobre la trama corrupta que ha espiado a políticos populares de la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid. Esperanza Aguirre, afirma que "pone la mano en el fuego" por sus consejeros.
Varios días ha tardado Mariano Rajoy en adoptar tal medida, toda vez que en un principio alegó que la ‘noticia’ había sido desmentida por los responsables del PP en la Comunidad de Madrid. Sin embargo, este jueves, ante el aluvión de informaciones que revelan que, efectivamente, una trama corrupta de ex policías y ex guardias civiles han investigado actividades personales de políticos del PP –Ignacio González, Manuel Cobo y otros-, Rajoy se ha rendido a la evidencia y ha dado instrucciones muy precisas a María Dolores de Cospedal.
En una nota difundida en la tarde de este jueves, después de que la bronca estallara en toda su intensidad en el PP madrileño, el PP aboga por “el respeto al principio de presunción de inocencia y en aras de la ejemplaridad que debe presidir la vida pública”, afirma que “la práctica de escuchas o seguimientos ilegales repugnan al Partido Popular y a su presidente, como ha quedado acreditado en su larga trayectoria pública” y señala que “los hechos publicados, de confirmarse, darían lugar a responsabilidades en el ámbito de la Justicia, de la que instamos una actuación inmediata”.
Por fin, el PP ha acabado por reconocer los hechos, y lo hace de esta manera: “A través de diferentes informaciones aparecidas en un medio de comunicación, hemos tenido noticias de que varios dirigentes del Partido Popular han sido ‘espiados’ y objeto de seguimientos cuyos fines desconocemos”, dicen los populares en su nota oficial.
Añaden en el PP que “de confirmarse estas informaciones, nos encontraríamos ante unos hechos gravísimos y unas actuaciones inadmisibles en su naturaleza, independientemente de su origen”.
En ese sentido reconocen en la sede popular de la calle Génova que “se derivarían, en su caso, responsabilidades de carácter estrictamente político, que el Partido Popular exigiría con absoluta firmeza y determinación”.
La mano en el fuego
Por otra parte, Esperanza Aguirre, señaló a última hora de la tarde de este jueves que ponía "la mano en el fuego" por todos sus consejeros. Además, ella se considera "la principal perjudicada" por la supuesta trama de espionaje a políticos de la región y, por ello, la primera que quiere que se esclarezca.
En una comparecencia ante los medios en el acto de entrega de los XVIII Premios AEDME, Aguirre subrayó que el Gobierno que preside nada tiene que ver "con estas imputaciones gravísimas y es el primero que quiere que se esclarezcan". Según ella, "aquí no hay montada ninguna estructura de espionaje ni nada que se le parezca y quién diga lo contrario tendrá que probarlo y, si no lo acredita, tendrá que rectificar".
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