Después del convencimiento que había en el seno del PPCV y de la Generalitat que la rama valenciana del caso Gürtel acabaría en nada, la decisión del magistrado sólo puede ser tumbada por los recursos. Y sobre los mismos la
Sala de lo Civil y lo Penal del Tribuna Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana tendrá que decidir.
De los cinco miembros de la sala competente para procesar a los aforados valencianos, sólo el presidente del tribunal,
Juan Luis de la Rúa, y los magistrados
Juan Montero y Francisco Ceres, dilucidarán los recursos. Los tres pertenecen a la conservadora
Asociación Profesional de la Magistratura (APM).
Cabe recordar que el auto de Flors se inclina por la necesidad de que el presidente de la Generalitat tenga que sentarse en el banquillo ante un jurado popular para esclarecer el caso.
Llegado este punto, tanto Camps como
Ricardo Costa ya han anunciado sus recursos. Éstos se centrarán en la petición del archivo de la causa y en tratar de invalidar las declaraciones del sastre
José Tomás.
En caso de no prosperar, llegará el turno de la comparecencia de concreción de la imputación, fechada para el 15 de julio por el instructor. Ante la decisión que se adopte en este punto de la causa, también cabe recurso. Si de nuevo no prosperan, se celebrará la audiencia preliminar a la apertura del juicio oral. Sobre ésta, también cabe recurso.
No habrá recusación
Que los tres componentes de la Sala de lo Civil y lo Penal estén enmarcados en el ámbito conservador levanta ampollas en la oposición. No obstante, los socialistas valencianos ya han subrayado que no van a impulsar la recusación de De la Rúa.
El también presidente del TSJCV estuvo en la picota y dirigentes socialistas denunciaron desde el principio del caso la supuesta relación de amistad que mantenía con el jefe del Consell.
El portavoz del PSPV en Les Corts,
Ángel Luna, matizó este martes que “es evidente que hay una buena relación entre De la Rúa y Camps, pero entrar en la conciencia del presidente del TSJ a través de los procedimientos que establece la ley para recusar a un magistrado es algo verdaderamente complicado”.
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