El tintero: Aberystwyth

Aberystwyth… Aunque lo parezca no me he quedado dormido sobre el teclado y he pulsado por error caracteres de manera fortuita. Al contrario, lo he escrito con sumo cuidado para no bailar el orden de las letras. Lo cierto es que lo he tecleado varias veces mal hasta que he buscado en Google cómo hacerlo sin errar. Aberystwyth ―Aber para los amigos― es el nombre de una ciudad portuaria en Gales que debe su nombre al rio Ystwyth. Ría del Ystwyth. Estuary in English o estuario en español. ‘Están locos estos romanos’ que diría Obélix… Con lo bonita que es la palabra celta aber.

Me he acordado de este lugar, escenario de parte de mi etapa de estudiante, repasando el reciente informe PISA 2009 que dice que los alumnos castellanos y leoneses son los más ‘listos’ de España y parte del extranjero. Para mi desgracia este análisis no evaluó a mi promoción (no se realizó por estos lares hasta 2003). Soy de la EGB, la LOGSE, la ESO, la ESA y la otra cosa. Alumno de los mil planes de estudios de una promoción a la que mejor no evaluar para no bajar la media. Todo unos ‘JASPs’ (Jóvenes Aunque Sobradamente Preparados)... Pero bueno, parece que las nuevas generaciones mejoran la especie y que los resultados reconocen el buen hacer de los docentes de Castilla y León. Eso sí, recordemos que el factor población en la estadística varía la media que reprocha Óscar López. Pero bueno, para muestra un botón: líderes en lectura, matemáticas y ciencias.

Sin duda, nuevas remesas de jóvenes muy bien capacitados está en ciernes y por ello les quiero dar la bienvenida, a no ser que un punto y aparte en la crisis lo remedie, a la Generación Perdida. Acabar la carrera universitaria y encontrar un trabajo dignamente remunerado no es que sea arduo, es que es una utopía no sólo imposible en la práctica sino inviable incluso en la teoría. Son muchos los amigos y conocidos que a pesar de contar con títulos universitarios, másteres, cursos de todo tipo, y un extenso currículo como becarios no logran ocupación. Ingenieros, abogados, arquitectos, filólogos, y un largo etcétera. Dan igual sus credenciales. No hay trabajo de ‘lo suyo’. Varios de estos amigos y conocidos han optado por seguir formándose, pero otros tantos han preferido hacer las Europas e incluso las Américas. De Guatemala a Guatepeor en muchos casos.

Han colgado sus perfiles profesionales en portales de varios países y se han lanzado a la aventura de trabajar en el extranjero para ya de paso aprender o perfeccionar una lengua. Por cierto, los idiomas son la gran asignatura pendiente de la educación española; es un auténtico desastre que todavía no dominemos el inglés y que las empresas rechacen a miles de candidatos por aquello de ‘maquillar’ los currículos con eso de “nivel medio-alto”. Pero a lo que iba. No importa el destino. Salir fuera es un reto y gran experiencia vital, pero por desgracia en gran parte de los casos al final desempeñando su labor en bares, hoteles, tiendas, academias de español, etc. Por algo se empieza. El sector servicios les ha abierto las puertas a un trabajo mal remunerado, pero con el que sobrevivir y sentirse útiles. Con el que emanciparse. Es duro tener que renunciar a años y años de estudio y cualificación, pero están demostrando que no se les caen los anillos; que están hartos de la denominación de ‘ni ni’ o similares.

Por ello, me acuerdo de Aberystwyth, un lugar con una gran universidad en el que conviven en torno a 12.000 personas entre los habitantes locales y los miles de estudiantes extranjeros que buscan su sitio en el mundo. Siempre he dicho que Aber es como un chiste por eso de que en todos los rincones te encuentras a un chino, a un norteamericano, a un inglés y un español enfrascados en alguna cuestión juntos. Por supuesto, el español siempre gana en el chiste… Pero no me malinterpreten. Soy consciente de que la falta de oportunidades de futuro en España no es para tomárselo a broma. Es algo muy serio que hay que intentar corregir desde la base adecuando los estudios a las urgencias laborales de una economía en picado. Además de líderes en lectura, matemáticas y ciencias debemos serlo en la oportunidad de un puesto de trabajo. Si alguno de ustedes, sus hijos o amigos están en la situación que describo les recomiendo que busquen su propio Aber. Si les interesa el mío, recuerden: A-B-E-R-Y-S-T-W-Y-T-H.

Álvaro Gago. Director de Diariocrítico Castilla y León