"Será gracioso ver cómo la ministra de Sanidad se traga sus palabras y defiende el copago sanitario… aunque, claro, puede que para otoño Trinidad Jiménez ya no sea ministra del Gobierno de España". Así comentan a Diariocrítico medios sindicales los planes del Gobierno que, según han podido saber los secretarios generales de UGT, Cándido Méndez, y de Comisiones Obreras, Ignacio Fernández Toxo, pasan por dos nuevos ataques de Rodríguez Zapatero contra el estado de bienestar: la introducción del copago sanitario -aunque con restricciones y matices- y la prolongación de la edad laboral, retrasando la jubilación hasta los 66 ó 67 años, aunque con una escala de voluntariedad. Los sindicatos dicen que por ese aro no van a pasar de ninguna de las maneras.
Estos dos nuevos proyectos en estudio por el Gobierno forman parte de un conjunto de medidas adicionales de recorte del gasto público que va a tomar el Gobierno para cumplir con las recomendaciones de la Comisión Europea del pasado 15 de junio, con el fin de reducir el déficit público al 3 % en 2013. Al igual que los sindicatos, el PP también sabe que ambos proyectos están en fase avanzada de estudio y por eso acaba de pedir la comparecencia en Comisión de la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, para que explique los futuros planes del Ejecutivo tras el 'tijeretazo' a pensionistas y jubilados y tras el 'decretazo' sobre la reforma laboral.
El copago sanitario: donde dije digo...
Diariocrítico ya informó en primicia el pasado 1 de abril que el Gobierno había conseguido parar el primer golpe en la mesa negociadora con las comunidades autónomas, pero que el fantasma del copago sanitario estaba sobre la mesa de las reformas sanitarias. Entonces, las negociaciones con las comunidades autónomas para reducir la factura sanitaria -es decir, la gran deuda que las autonomías han contraído con la Sanidad- permanecieron dos meses frenadas a causa del proyecto de copago sanitario -cobrar a los beneficiarios una parte de la factura sanitaria que hubieran generado-, una posición que defendieron todas las comunidades regidas por el PP, especialmente la valenciana, y dos comunidades socialistas: la catalana del tripartit y la asturiana de Vicente Álvarez Areces.
Sanidad consiguió frenar el golpe en ese momento, utilizando el subterfugio de bajar -mínimamente- la factura farmacéutica a costa de reducir el coste de los genéricos. Con esta medida se conseguiría un ahorro de unos 1.500 millones de euros, una cifra insuficiente, según las Consejerías de Sanidad autónomas, y que, por otro lado, ya puso en pie de guerra a las farmacias y a los laboratorios.
Un mes después, el 25 de mayo, la ministra Jiménez confesaba que el Gobierno estaba estudiando el copago sanitario, aunque matizaba que no se adoptará en este momento: "No existe una opinión clara y formada sobre la bondad de una medida de estas características", indicó entonces, en relación a que los ciudadanos tuvieran que pagar una parte de los servicios sanitarios públicos.
Jiménez se había mostrado radicalmente contraria a esta posibilidad, pero ya reconocía que la misma estaba en discusión en el seno del Gobierno, aunque "no existe una opinión clara y formada sobre la bondad de una medida de estas características". Admitió Jiménez que la fórmula del copago "ha estado en los cajones de todos los ministros que hemos llegado a este ministerio", para agregar que ella misma lo había planteado en la Subcomisión del Pacto por la Sanidad y en el Consejo Interterritorial de Salud.
La reacción fue tan bronca, que un día después, la propia ministra matizó sus anteriores declaraciones, según el vídeo que recogió Diariocrítico: "Nadie en el Gobierno ha planteado implantar el copago", considerando que su departamento tiene ya "una serie de medidas adoptadas del acuerdo de financiación autonómica que son los que garantizan la suficiencia financiera en sanidad".
Pero sólo unos días después, el 9 de junio, la propia ministra introdujo ya el concepto de 'creación de tasas', que viene a ser la puerta falsa del copago. Jiménez dijo en esa fecha que el copago como medida disuasoria para aquellos que acuden en exceso y sin necesidad al Sistema Nacional de Salud no supondría un beneficio económico para hacer sostenible el sistema sanitario, ya que "ahorro tendríamos poco, porque el 50 por ciento del gasto estructural es personal", además, alrededor del 25-27 % es gasto farmacéutico y el resto se emplea en nuevas tecnologías e innovación.
"Por tanto, si lo que queremos es disuadir a la gente de que vaya a los centros de salud cuando no haga falta, lo que tendremos que pensar es si necesitamos introducir algún tipo de tasa para aumentar la recaudación y hacer más sostenible el sistema", explicó Jiménez en la 'cadena amiga' Cuatro en una de sus habituales piruetas, al tiempo que hacía referencia de su puesta en marcha en otros países de nuestro entorno.
Trabajar más... y por más tiempo
La otra pata del estado de bienestar en la que el Gobierno piensa meter la tijera es el retraso en la edad de jubilación, según los planes conocidos por Toxo y por Méndez. El Gobierno está ultimando una reforma para retrasar la edad de los 65 años actualmente a los 66 ó 67.
Es cierto que existe una 'cierta voluntad' de hacerlo pasar por el escenario del Pacto de Toledo, pero, en todo caso, con o sin acuerdo, el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero quiere sacarlo adelante el próximo otoño.
El propio Zapatero se ha referido a este asunto en el transcurso de la rueda de prensa conjunta con el director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Strauss-Kahn, en visita oficial en Madrid. Preguntado al respecto, Zapatero ha asegurado que el Gobierno reformará la edad de jubilación a través de un proyecto de ley, pero que deberá surgir la iniciativa en los trabajos de la Comisión del Pacto de Toledo. No obstante, y dado que urge la reforma, ha asegurado que el Grupo Parlamentario Socialista acelerará los trámites para que pueda concluirse antes de finalizar este año, confirmando así las informaciones que poseen los secretarios generales de CC.OO. y de UGT.
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