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El tintero: ‘Telediógenes’

El tintero: ‘Telediógenes’

lunes 10 de enero de 2011, 20:56h
Que el vídeo, o lo que es lo mismo en gran medida, la televisión, terminó con el protagonismo de la radio en nuestras vidas es un hecho que 'The Buggles' dejó muy claro con su famosa canción ‘Video Killed the Radio Starts’ a principios de los ochenta. Siento empezar estas líneas con una frase tan manida, pero me es inevitable para argumentar lo que viene a continuación. Lo que no está todavía claro es si internet perpetrará el mismo crimen con el mentado asesino de las ondas radiofónicas. Lo intenta, pero no remata. Ojalá lo consiga más pronto que tarde dada la mediocridad de los contenidos televisivos.

La tele, sobre todo en España, agoniza, pero se resiste a estirar la pata. El tufillo a muerto que desprende el 95 por ciento de los programas que ofertan es una evidencia clara. No me refiero sólo a los Sálvame y demás putrefacciones a las que nos somete La Fábrica de la Tele y Telecinco. Por supuesto, en el país de los ciegos el tuerto es el rey. La inmundicia se ha extendido como la peste entre todos los canales que nos brinda la TDT: nacionales, temáticos, autonómicos-regionales y locales. Claro ejemplo del fúnebre futuro de la tele es la defunción de CNN+.

Dada la coyuntura, y no me refiero a la crisis económica, sino cultural, debemos dejar de hablar de telebasura y hacerlo de ‘telediógenes’ -síndrome que por cierto los editores han convertido en un 30 por ciento de su parrilla-. Las televisiones acumulan mierda hasta en sus informativos; los magazines son estercoleros claramente reconocibles desde hace años. Además, parece que en televisión está todo inventado, ya que cualquier formato que incluye alguna novedad es copiado por los competidores al segundo. Los Reallity shows, los ‘españoles por España’, las tertulias crispantes, los debates sin contenido, los zappings, los ‘coñazo’ actualidad, y un sinfín de enfermedades de supuesto entretenimiento se contagian como la peste. Todos los reporteros actúan y hablan de la misma manera. Los presentadores y colaboradores irritan. Usan el mismo lenguaje, sintonías parecidas y decorados similares. Los planos y movimientos de cámara son calcados entre unos y otros. Ponga lo que ponga parece que estoy viendo lo mismo.

Son pocos los programas que tienen un pase, y por pase me refiero a que merecen la pena, porque pases todos los programas tienen hasta la saciedad gracias a los segundos y terceros canales que rellenan con la basura ya emitida por el principal. Cine, programas de humor, documentales de historia, ciencia y aventura, emisiones deportivas, Buenafuente, Sé Lo Que Hicisteis, Los Simpson y alguna que otra serie de ficción, incluso española, son de las poquitas cosas que logran me quede en el sofá. Pero he de reconocer que ninguno hace que me quede pegado a la pantalla y que muchas veces simplemente me sirven como somnífero que no me da náuseas. BFN me ha cansado y SLQH ya no tiene frescura; demasiadas chicas enseñando cacha para ser escuchadas. Los Simpson, por su parte, los tengo algo amortizados dado que me sé los capítulos de memoria…

Pero en la tele las audiencias son soberanas y la publi manda. Eso sí, también son soberanos los votantes de políticos poco demócratas o candidatos inútiles. La publicidad, por su parte, es el sustento de muchos puestos de trabajo. Por suerte, en muchos casos tiene más calidad que los programas. He de reconocer, no obstante, que hay sí hay programas de calidad, hechos con tiempo, gusto, ilusión y con profesionales con las ideas claras. Entono el mea culpa por no saber apreciarlos, pero su ausencia del prime time hace que muchas veces se escapen de mi atención.

En definitiva y con permiso de mis admirados Celtas Cortos, es una “gozada cambiar de canal cada minuto desde mi sofá, qué competencia, qué calidad, cuando se trata de publicidad”. Quizá por ello cada vez me cuesta más ver TVE… Por cierto, que internet no está libre de pecado, pero al menos navegando es posible escapar de las redes de la bazofia gracias a webs de descargas donde es posible seleccionar contenidos decentes, en su versión original y con subtítulos. Por ello, la pantalla de mi ordenador tiene tamaño de televisor para no dar audiencia a quien no la merece y estimular así el intento de homicidio de la asesina de la radio.

Álvaro Gago. Director de Diariocrítico Castilla y León.
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