Ideada esta bendita locura por el destacado pianista de nivel mundial Óscar Caravaca, de raíces yetenses, al que incluso antes del concepto de la España vacía, o vaciada -que tanto monta- le dolía ver cómo la aldea familiar iba despoblándose y hundiéndose año tras año. Y tuvo la genial ocurrencia de pensar en llevar a Yetas a excelentes compañeros de música clásica para dar a conocer 'su' tierra. En estos oscuros tiempos distópicos que sufrimos en tantas otras cuestiones, lo que semejaba ser una utopía cuajó.
Y ya es habitual la cada vez mayor presencia de un público no sólo de Albacete y sus provincias limítrofes, sino también de otras diversas regiones de nuestro país. Porque, aparte del reflejo que ha ido alcanzado el festival en medios de comunicación, el imprescindible boca a boca ha funcionado y son centenares de personas las que en sus planes lúdicos dejan un hueco para esta inigualable cita en una zona a la que muchos de ellos vueven en otras fechas para disfrutarla. Y es que el que acude una vez, siempre vuelve.
El cartel de este año, coordinado por Óscar Caravaca con la colaboración de los habituales componentes del equipo que lo organiza, está dedicado fundamentalmente a la música clásica, aunque dentro de su gran programa musical a veces suelen haber otros estilos, como este año el flamenco y algunas de sus derivaciones como el jazz. Y también al igual que en ediciones anteriores, dentro del capítulo de actividades paralelas, hay hueco para el folklore de la Sierra del Segura con varios de sus grupos más tradicionales como las típicas cuadrillas del Tío Román y Cuadrilla de Cañada de la Cruz, entre otras. Y también para las excursiones por la bellisima zona, las muestras fotográficas, los talleres de pintura y la degustación de su riquísima gastronomía.
De esta manera, el FEST-YN 2025 lo abrirá el viernes 1 de agosto el grupo de flamenco -que también se introduce con el máximo respeto al jazz sin desvirtuar la raíz del cante jondo- que encabeza el polifacético pianista Juan Cortés, quien ya actuó con rotundo éxito en la edición de 2023. Al día siguiente será el turno para uno de los mejores conjuntos de cámara actuales de clásica, el Trío Destenay, mientras que la clausura llegará el domingo 3 con el pianista Miguel Ángel Cuadrado, otro de los más destacados intérpretes del panorama en estos momentos, y con la flautista Patricia Moreno, también de raíces yetenses y que igualmente repite concierto.
El propio Cortés se fue impresionado en 2023 de varias cuestiones que le sorprendieron, como la belleza del paisaje serrano de Yetas, ya que el escenario se monta al aire libre en una era de la aldea rodeada de pura naturaleza. Pero también de la increíble atención de todo el público asistente, a veces superando el centenar y medio de personas multiplicando por diez el número de habitantes de Yetas. E igualmente del trato exquisito de los organizadores, sin olvidar, como aseguró, la extraordinaria calidad de las comidas y platos típicos de la zona que degustó junto a sus músicos.
El heterodoxo pianista, que al recibir la llamada de la organización este año se mostró muy contento de regresar al festival, preparó casi de inmediato un programa muy específico de palos flamencos -tarantas, alegrías, tangos, bulerías- siempre pasando por sus muy personales versiones y de grupo de músicos que le acompañan. Por su parte, el resto de artistas anunciados también han preparado un repertorio exquisito ya siempre dentro de los cánones de lo que se considera como música clásica.
Eso sí, los organizadores, agradecen -además de a las ayudas oficiales y privadas-, y así quieren hacerlo público- las facilidades que el Trío Destenay, el pianista Miguel Ángel Cuadrado y la flautista Patricia Moreno -de raíces de la zona- han concedido, por supuesto merced al favor que les ha pedido su colega y amigo Óscar Caravaca, para hacer un hueco en sus recargados calendarios profesionales y así actuar en un festival que no conocen. “En la confianza y casi total seguridad de que, como todos los artistas que han pasado por el festival, se van a marchar encantados”, como presumen, con razón, los organizadores.